“Tuve una buena reunión con el presidente Xi, diría que excelente [...] están de nuevo por buen camino”, dijo Trump después de hablar durante unos 80 minutos con su homólogo chino. “Hemos acordado que las empresas estadounidenses puedan vender productos a Huawei. Vendemos a Huawei una tremenda cantidad de productos. Yo dije que eso está bien. Es un tema complejo, por cierto”.
Esto significa que Huawei podrá reanudar su relación con Google para recuperar la licencia de Android, usar los chips de fabricantes como Intel, Qualcomm o Broadcom o los diseños de ARM que son vitales para sus procesadores Kirin. Sin embargo, Huawei no abandona la lista negra del Departamento de Comercio de Estados Unidos y Trump no ha querido aclarar si finalmente borrará a la compañía china de ella. “No hemos hablado de eso. Tenemos una reunión mañana o el martes”, dijo el presidente estadounidense.
Durante la reunión Trump también ha anunciado que pospone indefinidamente su intención de imponer nuevos aranceles a China por valor de 300.000 millones de dólares. De esta forma se cumplen los deseos de compañías como Sony, Microsoft y Nintendo, que recientemente mandaron una carta conjunta al presidente de Estados Unidos para que frenase la política arancelaria contra el país asiático. En su epístola las tres empresas sostienen que el 96 % de las consolas vendidas en Estados Unidos se fabrican en China y que un aumento en su precio afectaría negativamente a consumidores, desarrolladores y fabricantes.