El rendimiento importa, y no es solo una cuestión de obsesionarse con números. Un ejemplo claro es Xenoblade Chronicles 2 en Switch: en modo portátil la resolución dinámica bajaba tanto que, en determinados momentos, la imagen recordaba más a un juego de PSX que a un título moderno. Eso no es un detalle menor, porque termina afectando a cómo percibes los escenarios y a la inmersión general. Ojalá aprovechen la llegada de Switch 2 para actualizarlo y poder disfrutarlo de nuevo con un acabado acorde a la calidad del juego.
Otro caso muy ilustrativo es Silent Hill F en PS5. En modo rendimiento llega a reescalar desde 640x360p, lo cual, en una televisión 4K, se traduce inevitablemente en una imagen borrosa. Y aquí no hablamos de ser más o menos exigente, sino de que ese sacrificio técnico empaña directamente el apartado visual de un juego que debería brillar por su atmósfera.
No estoy hablando de los típicos juegos con rascadas, porque en Switch ya hemos sufrido bastantes. En Switch 2, por ahora, ese problema no existe, aunque sigue siendo un aspecto que conviene vigilar.
En modo portátil es lógico que se hagan concesiones por las limitaciones de consumo del hardware. Aun así, debería existir un estándar mínimo: 30 fps estables. Y, siempre que sea posible, el objetivo debería ser 60 fps, porque la diferencia de fluidez se nota mucho en la experiencia. Habrá jugadores que digan que no lo perciben, pero lo cierto es que, una vez te acostumbras a los 60 fps, cuesta bastante volver atrás.
Es cierto que hay jugadores más sensibles a estos aspectos que otros, pero los datos están ahí y a muchos nos puede decantar si comprarlo o no como cualquier otro aspecto de un título.
EDIT: El VRR, no obstante, va a hacer bastante ‘magia’ suavizando pequeñas caídas de frames y mejorando la experiencia general. Lo que no recuerdo es si Switch 2 llega a incluir low frame compensation (LFC), que es lo que marca la diferencia real cuando los fps bajan demasiado. Con LFC activo, las caídas por debajo del rango del VRR se enmascaran mucho mejor, y sin él esas bajadas se notan bastante más.