Eh, pero menos justificar las pifias de uno con las de otros. Es un juez. Un representante máximo de la ley, por dios, y tenía tres causas pendientes. Luego hay un cirujano con sospecha de negligencia y, ojo, que cómo es posible que siga respirando el mismo aire que yo.
Si eres Juez lo eres para todo. Para empezar para respetar la ley y los procedimientos judiciales. Si quieres hacer lo que te salga de la vaina sin rendir cuentas a nadie te fundas un Imperio.
Y a ver si confiamos en la justicia. Si es inocente saldrá como tal (no necesariamente, claro) pero se acabará ahí el tema. La cuestión es siempre acusar al prójimo y nunca afrontar los errores propios. Por cierto, lo de la Haya era una huida en toda regla y para la señora Julia Otero, si no recuerdo mal, era un exilio honorablemente autoimpuesto.
Juas, juas, señora Otero, juas.
Un saludo.