Pistu escribió:Este juego en general no tiene muy buena valoración en metacritic (de los usuarios, que suele ser la que más me fijo) sabéis si es por algún motivo? Porque al menos en vídeos no lo veo tan mal juego
No me refiero la versión de switch 2 en sí, sino el juego en particular
Es buen juego, pero la gente es así. No es la panacea, pero es divertido e intenta salirse un poco del molde de los mundos de Ubisoft, ya que Massive Entertainment no es Ubisoft Montreal (el estudio de los Assassin's Creed) y se nota. De hecho, ya he dicho alguna vez que para mí tiene menos del "molde Ubisoft" que otros como Marvel's Spiderman u Horizon, pero ya sabemos que la objetividad en el mundo de los videojuegos brilla por su ausencia.
Por hacer algo parecido a un análisis:
Técnicamente no es un portento y sus animaciones dejan que desear. También su control y el movimiento de Kay se siente algo tosco en el mundo abierto. Por el contrario, como suele ser habitual en los juegos de Ubisoft, la ambientación está muy lograda y si eres fan de Star Wars, caminar tranquilamente (algo que recomiendo en mundos abiertos, no ir corriendo como si fueran un COD como hacen los
streamers) por las calles de Tatooine se siente muy inmersivo y escuchar conversaciones ajenas a veces tiene recompensa. Tampoco es un juego largo, ni tiene niveles, experiencia o el típico árbol de habilidades. Habilidades hay, pero se desbloquean de una manera algo curiosa que no desvelaré, pero a mí me recordó un poco, salvando las distancias, a Mass Effect 2. Hay objetos para modificar el equipamiento, pero no se hace muy pesado.
Su jugabilidad se basa en el sigilo. El blaster es el único arma de Kay y la única que siempre llevas contigo y puedes mejorar. Durante las misiones puedes recoger otras armas, pero son temporales. Para lo demás, está esa herramienta peluda con patas llamada Nix que sinceramente, es la hostia y punto. Las misiones no están mal. Tiene principales y otras típicas opcionales para rellenar el mundo abierto. Son sencillas, pero, gracias al sistema de sigilo, a mí me resultan divertidas y no son una ensalada de tiros. Es interesante cómo te asignan algunas de ellas. No quiero contarlo para no estropear nada, pero digamos que este juego, tanto en su jugabilidad como en su gestión, se esfuerza en hacerte sentir como un cazarecompensas de Star Wars. Para lo bueno y lo malo, Kay Vess no es la típica heroina de la franquicia, es una buscavidas y se nota.
Respecto a los parches, han añadido cosas a la jugabilidad, pero lo más destacable es que, cuando el juego salió, el sigilo era obligatorio en casi todas las misiones y si te detectaban, tenías que reiniciar. Ahora no. Aún así, para las misiones más complicadas seguramente vais a seguir prefiriendo usar el sigilo por varios motivos. Y es que el
gunplay es tosco porque está diseñado así, ya que, como dije antes, Kay no es una máquina de matar. Me gusta como han gestionado los parches porque, a diferencia de otros juegos, han sabido aportar cosas sin desvirtuar su idea original. Antes, al ser el sigilo obligatorio, podía hacerse algo repetitivo. Ahora el sigilo sigue siendo la mejor opción, pero hay más libertad y es más variado. En ese sentido creo que Massive ha acertado. Hasta donde sé, querían sacar más parches, pero no os lo digo seguro.
Para ir terminado y rápidamente: En el espacio te mueves con una nave más fea que un demonio y en tierra con un speeder. Sin más. Tienen una jugabilidad asociada que cumple su función sin florituras. Aterrizar y despegar con la nave mola, porque no hay cargas, no como en otros que no mencionare por vergüenza. Luego está el famoso y polémico sistema de facciones. A mí me ha gustado. Teniendo en cuenta que la mayoría de juegos con estos sistemas prometen ser Fallout New Vegas y luego no llegan ni a libro para niños de "Elige tu propia aventura", al menos Outlaws es humilde. No tiene impacto en la historia (y nunca lo prometieron), pero en lo jugable tiene algo de gracia porque, como dije antes, va acorde con la cazarecompensas que es Kay. Simple, sencillo y funcional, no se le puede pedir más.
Por último, la historia. Aquí no voy a contar nada porque no la he terminado. No creo que sea nada del otro mundo pero, al fin y al cabo, esto importará, sobre todo, a los fans de la saga de George Lucas. Como el juego en si, para mí está siendo un soplo de aire fresco en una saga que, sinceramente, me tiene ya un poco aburrido de los tropos de siempre. Kay Vess y Nix me parecen muy carismáticos (aunque pierde un poco en la versión doblada) y disfruto su aventura. De hecho, aunque me gustan más los Star Wars Jedi y aprecio a Respawn (adoro Titanfall 2), para quién esté un poco cansado de la Fuerza, los Jedi, etc. le recomendaría antes este Outlaws, que además, es un juego tranquilo y relajante en si mismo.
Mención especial a la banda sonora. No es la mejor que vais a escuchar, pero sabe mezclarse muy bien con el ambiente de los planetas, el espacio y hasta los despegues y aterrizajes de la nave, dejando algunos momentos bastante chulos.
Su mayor defecto es la IA. Massive la ha ido mejorando con parches, pero sigue algo ciega. Lo bueno es que el diseño de niveles, aunque repetitivo, está bien y los enemigos están situados para ofrecer reto. No es díficil, pero esta clase de juegos licenciados casi nunca lo son.
Star Wars Outlaws es el típico juego de 7'5 (nota de prensa en Metacritic, siempre criticada por alta o baja, pero que luego suele coincidir con las de Steam, no sé por qué) que no busca revolucionar nada. De esos juegos que en la séptima generación tuvimos a patadas y algunos fueron muy queridos, sólo que este ha tenido la mala suerte de haber salido en una época donde la gente solo cata puro 10/10 GOTY
must-have. Si encima está protagonizado por una "fémina fea y woke" ya tenemos el cóctel perfecto para que algunos descarguen su frustración en internet y lo destrocen.
No diría que es un infravalorado o un tapado, porque no lo es, pero es un videojuego que tampoco hace daño a nadie. La única pena es que, de momento, en Switch 2 no tenga la
demo del resto de plataformas, porque es el ejemplo perfecto de que a veces, con tanto "ruido", no hay nada como probar las cosas por uno mismo.