Es curioso que haya gente, (no me refiero a ti, SMaSeR), que use la tragicómica gestión del Rey Ganchito, el adalid anti-woke, para legitimar el movimiento woke. Yo lo veo más bien al revés; el woke y el anti-woke son caras de la misma moneda, el autoritarismo ideológico. Sin aquellos polvos no hubieran llegado estos lodos. A ver si en vez de posicionar a la gente en uno de los dos extremos termina imperando la cordura y la gente vuelve a la moderación que llevó a occidente a sus años dorados. Confieso que tampoco es que tenga mucha esperanza en ello, la jugada para desestabilizarnos les está saliendo muy bien a las autocracias extranjeras.