Si hubiera sido usuario del Amiga 500 en su día, lo más seguro es que una buena Mini, al estilo de las mejores que van saliendo, para mí no sería para nada tirar el dinero. Hay que saber distinguir las preferencias particulares de las generales.
Al final, lo que le importa más a la gente es la funcionalidad y que cumpla su cometido; más nostálgico que otra cosa, en estos casos, porque todo lo que podía hacer un Amiga 500 en su día lo hace hoy cualquier PC de gama bajisima, a varios cientos de niveles por encima. Estamos hablando de unos pocos MHz, en una época en la que todo se mide en varios GHz por cada core.
La MSXVR demuestra que se pueden hacer maravillas por software, y más teniendo en cuenta lo atrás que han quedado tecnológicamente estos ordenadores. Otra cosa es el marketing tipo Apple, que causa en la gente falsas necesidades y que entorpece el avance práctico de la tecnología.