joanvicent escribió:Mr_gorila escribió:Yo me quedo muy perplejo cuando veo que la realidad siempre se analiza partiendo desde el mismo punto y a partir de ahí, todo va rodado: los ricos viven de aplastar a los pobres.
El mundo está confabulándose siempre para hacernos la puñeta y, si alguna vez parece que no nos la hace, es peor todavía, porque es "prueba irrefutable" de que están preparando algo peor aún.
El mundo entero se aprovecha de la manufactura asiática, porque la explotación laboral allí raya la esclavitud medieval y nosotros hemos aceptado que puedan vender productos fabricados de forma ilegal, y lo único que realmente nos interesa es que nadie meta las narices en esos países, no vaya a ser que alguno se libre del yugo chino y pueda luchar por su libertad.
Malditos esclavos, que se confabulan con los ricos para putearnos entre todos.
Exacto, pero todos pecamos todos los días, comprando cosas que se fabrican en china o en malasia o en mil sitios más, recuerdo de pequeño cuando empezaron a aparecer los bazares chinos, nos parecía el no va más del futuro, y mira tú si han cerrado empresas en todo el mundo, ahora todos queremos comprar barato mientras allí están en condiciones pésimas. Pero lo hacemos todos, sólo compara el precio de algo fabricado aquí como unos zapatos, por ejemplo, algo de tecnología esque ya ni tenemos opción.
La culpa, ese poder con el que a veces conseguimos que los demás renuncien a su voluntad.
La culpa es nuestra, pero no por consumir un producto que sabemos es de origen ilícito, sino por intentar negarlo y culpar "a los ricos". El primer paso para salir de un problema, es reconocer ese problema, pero algunos piensan que si consiguen subirse encima de ese problema, para que tus hombros se carguen de culpa, decidirás engañarte para poder continuar.
No pasa nada por admitir algo que sabemos realmente está ocurriendo, si es verdad, es verdad; son hechos: Asia no tiene competencia en manufactura por los precios tan bajos que ofrece, y ofrece esos precios bajos porque el coste que supone en occidente los derechos laborales, elimina toda posibilidad de hacer competencia.
Hay diferentes soluciones, pero la única que considero está acorde con los valores occidentales, que se resumen bastante bien con la declaración de los derechos humanos, es la de prohibir productos de origen ilícito. Recordemos que todos aceptamos esa declaración como vital, y que una de las características que la hace tan importante es que es de carácter universal, es decir, defendemos a través de estos derechos a todos los humanos, independientemente de si viven o no en nuestros países.
Así que, aunque no podamos evitar que China esclavice a su población, sí podemos evitar ser cómplices de ello, con la simple decisión de no aceptar productos de origen ilícito.