Una de las cosas que no me han gustado del juego y que me ha confirmado en esta 2ª partida, es que desde el Acto III, el parry queda relegado a un muy segundo plano en detrimento del buildeo. Esa sensación que tenemos al menos en las primeras 20 horas de cargarnos bosses que nos sacan 30 niveles a base de parrys se esfuma en cuanto te dan ese famoso pictos y empiezas a conocer las skills potentes y te subes el arma.