A comienzos de 2018 las autoridades francesas
abrieron expediente a Apple por
ralentizar los iPhone dotados con una batería antigua. Oficialmente pensada para "ofrecer la mejor experiencia para los clientes" al evitar posibles apagados inesperados, esta práctica fue duramente criticada por las organizaciones de consumidores al considerar que Apple estaba forzando la obsolescencia de sus dispositivos. Ahora ha resultado en
un multa de 25 millones de euros. Según ha declarado la Dirección General de Competencia, Asuntos del Consumidor y Control del Fraude (DGCCRF por sus siglas en francés),…