Aunque Neuralink recibe mucha menos atención que Tesla, SpaceX o sus diatribas en X (anteriormente conocido como Twitter), esta empresa no ha dejado de trabajar durante los últimos años en el desarrollo de implantes neuronales. En un principio su meta es mejorar la calidad de vida de personas con enfermedades degenerativas graves como el ELA, facilitando su comunicación o movimiento, pero Musk ya piensa en un futuro de humanos "ampliados" con capacidades que van mucho más allá de lo biológico, pudiendo por ejemplo "teclear" con la mente a velocidades muy superiores a las posibles simplemente con los dedos.
Uno de los avances con los que experimenta Neuralink es la carga inalámbrica de implantes.
Por ahora se desconoce el propósito práctico del implante introducido en este primer paciente (solo conocemos su nombre: Telepathy) o la dolencia que busca atajar.
Anteriormente Neuralink ya había mostrado sus avances con un macaco de nueve años capaz de jugar a Pong con su mente. Su experimentación con monos (y aparentemente sus bajas tasas de supervivencia) le han valido acusaciones de maltrato animal, aunque la compañía siempre ha defendido sus estándares éticos. El salto a seres humanos es importante por su dificultad, pero también porque es necesario para recabar la información que precisan las autoridades antes de aprobar la futura comercialización de sus implantes.
Neuralink no está sola en esta carrera para vincular hombre y máquina. Empresas como Synchron, Precision Neuroscience, Paradromics y Blackrock Neurotech también participan en ella, aunque todas ellas trabajan en relativo silencio para no dar demasiadas pistas sobre su aproximación a una tecnología potencialmente revolucionaria.
Varios implantes de Neuralink en fase de desarrollo (se desconoce si son del mismo tipo que el recibido por el paciente).