Durante el metraje estamos acompañados por Daniel Sadowski, director de diseño de The Blood of Dawnwalker, y lo que vemos es una parte de una misión hacia la mitad del juego. Para ponernos un poco más en contexto, añadir que la acción del título se desarrolla en una tierra que tras vivir una serie de sangrientos conflictos se enfrenta a la peste negra. Esta situación es aprovechada por los vampiros, que tras siglos escondidos en la oscuridad recuperan la libertad y el poder que esta conlleva. Otras criaturas de la noche siguen sus pasos.
El protagonista de la campaña es Coen, un joven convertido en dawnwalker que debe decidir entre luchar por su humanidad o abrazar los poderes a los que ahora tiene acceso para salvar a su familia. La historia que los jugadores vivirán en la piel de Coen promete ser única, ya que sus decisiones durante la campaña darán forma a la narrativa. Además de las misiones principales hay misiones secundarias y encuentros aleatorios.
El sistema de combate de The Blood of Dawnwalker tiene como objetivo "que el jugador sienta que domina la espada y que sabe observar al enemigo", dice Sadowski. Cuando se ataca hay que elegir una de las cuatro direcciones: arriba, abajo, izquierda y derecha para golpear al oponente ahí donde no pueda parar el golpe. Al defender la mecánica es la misma y el jugador deberá descubrir la dirección del ataque del enemigo. Con cada ataque, bloqueo y desvío exitoso se llena una carga de activación que se puede usar para lanzar habilidades activas que permiten pelear de un modo más estratégico.
The Blood of Dawnwalker cuenta con un sistema de niveles que otorgan puntos para invertir en uno de los tres árboles de habilidades (humano, vampiro y uno compartido) que sirven para ajustar el estilo de combate. También hay un panel donde se pueden desbloquear habilidades activas. Los jugadores deben tener en cuenta que las habilidades mágicas a las que puede acceder Coen tienen un precio para su salud durante el día, mientras que de noche debe saciar su sed drenando la sangre de cualquier humano, animal o criatura.
"La característica central de The Blood of Dawnwalker es la jugabilidad dual", comenta Sadowski. "Coen es humano durante el día, pero se convierte en vampiro por la noche y tiene una serie de habilidades distintas que puede usar". Esta dualidad es una mecánica clave a hora de afrontar las misiones, ya que Coen podrá hacer cosas de noche que de día le serían imposibles. Como vampiro, la perspectiva del mundo cambia completamente al tener acceso al viaje rápido o la opción de acceder a lugares que un humano no puede. También abre nuevas posibilidades a la hora de explorar.
