The Alters pone a los jugadores en la piel de Jan Dolski, “un simple trabajador” que tiene como única misión escapar de un peligroso planeta en el que se ha quedado varado tras realizar un aterrizaje de emergencia. El tiempo apremia, pues este desolado mundo gira lentamente en torno a un sol gigante que hace llegar a la superficie niveles de radiación que pueden alcanzar valores críticos con rapidez. El único lugar donde Jan se puede refugiar de estas condiciones extremas es en su base móvil, que debe gestionar y mantener en marcha para sobrevivir.
La principal mecánica de The Alters es la capacidad de crear versiones alternativas de Jan gracias al rapidium, una sustancia local. “¿Alguna vez te has preguntado cómo cambiaría tu vida si hubieras tomado otras decisiones en el pasado?, pregunta 11 bit studios a los jugadores. Nuestro protagonista se enfrentará a esta pregunta a medida que vaya creando alters. Cada uno de ellos tiene una personalidad, objetivos y un trasfondo distinto, ya que su trayectoria vital es el resultado de un cambio específico en la vida de Jan. Los alters también tienen habilidades que son cruciales para reparar la base, fabricar herramientas o extraer recursos.
La supervivencia de Jan pasa por llevarse bien con sus alters, enfrentarse a las elecciones que tomó en el pasado y mantener la base móvil en movimiento, cosa que no será sencilla si tenemos en cuenta que se encuentra en un planeta inhóspito que está lleno de obstáculos. Y como en cualquier juego de supervivencia, nuestro protagonista necesitará comida, combustible y otros recursos. La base es de última generación y se puede desplazar por la superficie, pero abandonarla para explorar el terreno puede llegar a ser muy complicado debido a las condiciones exteriores y el tiempo del que se dispone.