La campaña de Frostpunk 2 se desarrolla 30 años después de la apocalíptica tormenta de nieve de la primera entrega, cuando la Tierra sigue asolada por el hielo perpetuo y un clima gélido. “Serás el líder de una metrópolis hambrienta de recursos en la que la expansión y los conflictos internos son una realidad inevitable. De ti depende tomar decisiones sobre el futuro de la ciudad y asumir sus consecuencias”, explica 11 bit studios. El equipo de desarrollo asegura que en la secuela los jugadores podrán construir una ciudad a una nueva escala, creando barrios enteros con distintos propósitos.
Como responsables de la metrópolis, los jugadores deberán hacer que todas las zonas funcionen de manera coordinada, mientras se investigan tecnologías que marcarán el progreso y se cubren las necesidades más básicas, incluyendo proporcionar calor a todas las instalaciones. También hay que crear y aprobar nuevas leyes, una tarea que cada vez será más complicada debido a la introducción de las facciones, que añadirán un punto de tensión. Las facciones, algunas de las cuales serán radicales, competirán por la lealtad de los ciudadanos y los jugadores deberán decidir cómo se enfrentan a ellos.
Muchas de las ideas chocarán en el Consejo, donde el papel de los jugadores como administradores de la ciudad debe ser que la ciudad perdure a pesar de los conflictos. La forma de gestionar las crisis dependerá de cada uno.