Blade Runner es todo un clásico dentro del género point-and-click y una demostración de que hace 25 años se podían hacer buenos juegos basados en películas. Con su trabajo Westwood Studios, un equipo que en ese momento ya había entregado Dune II y Command & Conquer, no solo supo capturar la atmósfera distópica y neo-noir de la cinta dirigida por Ridley Scott, sino que también añadió con acierto elementos aleatorios a un juego basado en la narrativa cuya historia original transcurre de forma paralela al film protagonizado por Harrison Ford.
La campaña de Blade Runner tiene como protagonista a Ray McCoy, un blade runner con poca experiencia cuyo objetivo es eliminar a los replicantes, un tipo de androide diseñado con bioingeniería a imagen de los humanos y casi indistinguible, pero con una fuerza y agilidad superior. Su inteligencia varía en función del modelo. Como novato, a McCoy le tocan casos menores y de poca importancia, pero un inusual incremento en la detección de replicantes le abre la oportunidad a investigar un extraño caso de asesinato animal.
Más allá de por su historia, Blade Runner destaca por tener elementos aleatorios. Por ejemplo, qué personajes son replicantes se determina al inicio de cada partida y su comportamiento va cambiando a medida que avanza la historia. Por su parte, los NPCs no siguen caminos lineales, sino que tienen objetivos propios que pueden variar. Se trata de un conjunto de sistemas que dan pie a una narrativa ramificada que entrega diferentes finales. Además, el juego cuenta con personajes con la voz de actores de la película original.
Nightdive Studios ha mejorado el juego modernizando los gráficos con KEX Engine y restaurando los vídeos originales con una mayor resolución. Por otro lado, las cinemáticas ahora van a 60 FPS, se ha mejorado la interfaz del Asistente de Conocimientos Integrados (ACI, o KIA en inglés) y los subtítulos e introducido un filtrado anisotrópico para las texturas y antialiasing SMAA. También hay soporte para mandos. A pesar de todas las mejoras, 25 años pesan mucho.