Baldur’s Gate III propone a los jugadores reunir a un grupo de héroes y emprender un viaje por los Reinos Olvidados, “en una historia de compañerismo, traición, sacrificio, supervivencia y la atracción de un poder absoluto”. Nuestro héroe es un personaje con unas misteriosas que empiezan a surgir en su interior por obra de un parásito de los azotamentes que han implantado en el cerebro ¿Resistirse a la oscuridad y revolverse contra ella o abrazar la corrupción? Esta es solo una de las muchas decisiones que los jugadores deberán tomar durante su aventura en un universo ambientado en el mundo de Dungeons & Dragons.
Antes de empezar la partida, Baldur’s Gate 3 ofrece un completo sistema de creación de personaje con un total de 12 clases y 11 razas para crear una identidad propia. Los que no quieran tanta personalización pueden elegir un héroe con origen que cuenta con su propio trasfondo o abrazar la corrupción interior como el Ansia Oscura, un héroe con un origen completamente personalizable con sus propias mecánicas e historia. Independientemente de la elección, en Baldur 's Gate III hay que prepararse “para vivir aventuras, saquear, combatir y vivir romances a lo largo y ancho de los Reinos Olvidados y más allá”.
Baldur 's Gate III es un juego donde las decisiones lo marcan todo, un principio que se aplica tanto en la batalla como en los vínculos de confianza que se establezcan con el grupo. También hay opciones de romance. En combate, entra en juego un sistema por turnos basado en la quinta edición de Dungeons & Dragons que cuenta con la opción de entrar en pausa en cualquier momento. Detener la acción es especialmente útil si tenemos en cuenta que el sistema recompensa la estrategia y la previsión.