“Con la presentación de este sistema, la Agencia demuestra que es técnicamente posible proteger a los menores del acceso a contenidos inadecuados a la vez que se garantiza el anonimato de los adultos en su navegación por internet”, asegura la AEPD. La herramienta presentada ha sido desarrollada junto a la Fábrica Nacional de Moneda (FNMT), la misma entidad que expide la certificación de firma electrónica. Ambas sostienen que se trata de una solución práctica y respetuosa, que trata el atributo de la edad en el dispositivo del usuario sin que la identidad ni la condición de menor sea accesible para las páginas web.
El sistema de la AEPD funciona en móviles iOS y Android, ordenadores y consolas.
Como se muestra en el vídeo que acompaña la noticia, el sistema de verificación de edad de la AEPD requiere que el usuario tenga instalada en el móvil una aplicación, de manera que cuando se reciba o acceda a un contenido para adultos lo filtre por defecto y recurra a esta aplicación para saber si el usuario está autorizado a acceder al mismo y mostrárselo. El usuario necesita además un código QR proporcionado por el proveedor de identidad, por ejemplo la FNMT, que le permita demostrar a la aplicación que supera la edad necesaria para acceder al contenido.
Los sistemas de verificación de edad que se emplean actualmente en Internet incluyen la autodeclaración, compartir credenciales con un tercero o que exista una entidad intermediaria entre el usuario y la web. Se trata de mecanismos que no solo son bastante laxos, sino que en opinión de la AEPD y la FNMT “han demostrado riesgos claros” como la localización de menores de edad a través de Internet, falta de certidumbre sobre la edad declarada, exposición de la identidad en la red, perfilado masivo o recopilación y tratamiento de datos no necesarios.
El objetivo de este sistema de verificación de edad, que también sirve para verificar los 14 años como acceso a redes sociales, “es proteger al menor del acceso a contenidos para adultos y que estos contenidos, a su vez, puedan ser accesibles para aquellas personas que puedan demostrar su edad sin necesidad de hacer visible su identidad”. No se busca que el proveedor de contenido o un tercero conozca a la persona que está accediendo es menor, sino que tengan la garantía de que la persona que accede a los contenidos para adultos puede hacerlo demostrando su condición de “persona autorizada a acceder”.