Según indica en su comunicado el Tribunal General [PDF], "la mayoría de los hallazgos" de la Comisión relacionados con la mala actuación de Google son ciertos, pero "la institución cometió errores en su valoración de la duración de las cláusulas, así como el mercado cubierto por las mismas en 2016".
"La Comisión no ha establecido que las tres cláusulas que había identificado constituyeran por separado de un abuso de posición dominante y que en su conjunto fueran un único y continuo quebrantamiento" de las regulaciones de competencia, continúa el comunicado, por lo que la decisión de la Comisión queda anulada de pleno.
Finalmente, y de acuerdo con el Tribunal, "la Comisión tampoco ha demostrado que las cláusulas en cuestión hayan, en primer lugar, posiblemente retrasado la innovación, y posteriormente, ayudado a Google a mantener y fortalecer su posición dominante".
El veredicto del Tribunal General puede ser apelado ante el Tribunal de Justicia de la UE, y ahí puede haber sorpresas, como hace nada descubrió Apple.
Cabe señalar que el departamento de Competencia de la Comisión Europea tiene abiertos varios procesos contra Google establecidos durante la etapa de Margrethe Vestager, auténtico cancerbero de Silicon Valley. Estas investigaciones deberían finalizarse bajo el mandato de la actual ministra española de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, que recoge el testigo de la política danesa.