“La consola [Xbox Series X] emite el calor del sistema por su puerto de escape, justo como cualquier otra consola”, dice Aaron Greenberg, responsable de marketing del equipo Xbox, en Twitter. “Nuestro equipo de ingenieros ha confirmado que el calor que sale de la consola no es significativamente distinto al de Xbox One X. Esto coincide con la experiencia que tengo en casa, silenciosa, rápida y una potencia increíble para su tamaño”.
Las palabras de Greenberg llegan poco después de que un periodista de un medio francés comentarse durante una transmisión en Twitch que Xbox Series X era silenciosa pero emitía mucho calor y un editor de CNET hiciera notar y dijera en un pódcast de vídeo que la tarjeta de expansión de la consola estaba “muy caliente”, tanto que la dejó sobre la mesa. A día de hoy el streaming del periodista francés ha sido borrado y el miembro de CNET ha matizado sus palabras.
Los medios estadounidenses que hace casi dos semanas pudieron probar el rendimiento de Xbox Series X con juegos retrocompatibles, comentaron que era la Xbox más silenciosa hasta la fecha y nadie apreció que el calor emitido estuviera fuera de la normalidad. El sistema de refrigeración de Xbox Series X usa un ventilador axial cuyo tamaño ha determinado las dimensiones de la consola, un disipador y cámara de vapor. Una diferencia respecto a PS5, que emplea metal líquido como conductor térmico.
Por otro lado, parece poco probable que tanto Sony como Microsoft dejen probar o envíen consolas a decenas de periodistas sabiendo que su respectiva consola tiene problemas de refrigeración.