El Contrato de la cuenta Nintendo para los usuarios españoles dice que los productos digitales "se licencian únicamente para uso personal y no comercial en un Dispositivo de Usuario", y que cualquier "uso no autorizado podría dejar inservible el Producto Digital". Nintendo entiende como uso no autorizado cualquier cosa que no sea jugar en la consola del usuario, y pone especialmente énfasis en que el jugador no puede publicar, copiar, modificar, adaptar, traducir, realizar ingeniería inversa o descompilar el software que ha comprado en la tienda.
En la versión estadounidense del Contrato de cuenta Nintendo hay un apartado similar pero con más texto. Es ahí donde se informa al usuario que en caso de no cumplir con las restricciones que figuran en el documento Nintendo podría hacer que los servicios de la cuenta o el dispositivo que se haya usado queden inutilizables de forma permanente en su totalidad o en parte. En todos los casos y en ambas regiones se trata de medidas que buscan perseguir la piratería y el uso de respaldos, pero también la traducción de juegos o su modificación.
Uno podría pensar que bloquear un juego podría no tener efecto en caso de jugar sin estar conectado a Internet, y posiblemente sea así, pero en Switch 2 algunos juegos en formato físico serán simplemente una tarjeta vacía con una clave. Una vez descargado el título ya no hace falta volver a conectarse, pero la conexión será necesaria en caso de borrarlo y querer jugar de nuevo. Además, la apuesta de Nintendo por el formato digital es clara con funciones como las tarjetas de juego virtuales que ya se encuentran disponibles en Switch.
Nintendo ha demostrado ser una de las compañías más beligerantes a la hora de defender por cualquier medio sus productos y propiedades intelectuales, así que estas medidas no deberían pillar a nadie por sorpresa.