Los jugadores que hoy logren acceder a World of Warcraft Classic se encontrarán con una reconstrucción del juego original en la que Blizzard considera su versión más pulida y completa, la actualización Tambores de guerra (el parche 1.12.0) que llegó al juego el 22 de agosto de 2006. En la primera fase de contenido JcE que ahora se pone en marcha se incluye el Núcleo de magma, Onyxia y Maraudon, mientras que el JcJ se limitará a las batallas contra otros jugadores en el mundo, suficiente para que se puedan recrear los enfrentamientos entre Alianza y Horda que antaño se vivieron en Tarren Mill. Así fue hace más de una década y así será en 2019.
Sin embargo, Blizzard tiene preparado un plan de contenido JcE y JcJ de seis fases, que servirá para añadir mazmorras, bandas, campos de batalla, sistema de honor y rangos de la misma forma que originalmente lo hicieron los parches. En JcE se llegará hasta Naxxramas y la invasión de la plaga, pasando por uno de los mayores eventos en la historia de World of Warcraft, la guerra de Ahn’Qiraj y el esfuerzo colectivo a nivel de servidor para abrir sus puertas. En cuanto al JcJ, poco a poco se implementarán los diferentes sistemas y campos de batalla, así como los objetivos en Silithus y las Tierras de la Peste del Este. Las fechas aún se desconocen.
En este clásico mundo de Azeroth también encontramos las viejas mecánicas de combate, los modelos y gráficos originales o los árboles de habilidades con puntos de talento. Incluso hay errores que se han mantenido para que la recreación sea lo más fiel posible. La mayor diferencia entre World of Warcraft Classic y el juego en su versión original es la integración de Battle.net, que añadirá unas características sociales que hace una década existían de una forma o otra, pero no eran tan completas ni de acceso tan sencillo. Otra ventaja será el uso de tecnología moderna a nivel de servidores, que permitirá a los reinos aguantar en una misma zona una acumulación de jugadores mayor.
Sin embargo, hace 15 años no todo fue tan bueno. La nostalgia puede jugar malas pasadas y no son pocos los que también recuerdan la versión original de World of Warcraft por su dificultad a la hora de subir de nivel, un ajuste de clases inexistente o unas mecánicas que ha día de hoy resultan extremadamente simples o con poco sentido. En una reciente entrevista Ion Hazzikostas, director de World of Warcraft, ha reconocido que algunos jugadores abandonarán después de un breve y nostálgico viaje por World of Warcraft Classic, pero confía en que otros, incluyendo algún que otro escéptico, se queden en este proyecto que pretende ser a largo plazo.