Un accidente industrial en una fábrica de Micron revuelve aún más el mercado de la memoria DRAM

Alejo I
No corren buenos tiempos para los consumidores que quieren actualizar su ordenador o comprar un nuevo PC por piezas. Con los principales fabricantes de chips de memoria trabajando a marchas forzadas para satisfacer la demanda al mismo tiempo que migran a nuevos procesos de producción, los precios de los módulos de DRAM y las unidades SSD no dejan de crecer. Las últimas predicciones señalaban un alza del 5% para el tercer trimestre de este año, y si bien cabía imaginar una estabilización a medio plazo, un accidente industrial hace pensar en nuevas subidas de precio.

Micron, uno de los mayores fabricantes de chips de memoria de todo el mundo, ha anunciado que las instalaciones Fab-2 de Inotera (filial también conocida como Micron Technology Taiwan) sufrieron el pasado 1 de julio un accidente en un sistema de difusión de nitrógeno que llevó a la contaminación de obleas electrónicas y equipos no especificados. El proceso de reparación y descontaminación todavía se está llevando a cabo, por lo que la producción está paralizada desde entonces.

Como resultado de este suceso Inotera ha experimentado una reducción estimada por la firma de análisis TrendForce en 60.000 obleas al mes. Traducido a términos más fáciles de comprender por el usuario medio, estaríamos hablando de una reducción del 5,5% en la capacidad productiva global de chips de memoria DRAM para el mes de julio.

La planta de Inotera fabrica chips de memoria tanto para ordenadores como para teléfonos móviles, incluyendo la LPDDR4 utilizada por Apple en el iPhone. No solo el precio de la memoria DRAM podría subir aún más a corto plazo, por tanto, sino que la cadena de suministro de Apple podría verse impactada.

Según fuentes consultadas por TrendForce algunos proveedores ya están insinuando nuevos encarecimientos en los módulos de memoria en reacción al accidente, dejando a numerosos usuarios en la tesitura de seguir retrasando la compra de componentes o resignarse a pagar los precios actuales para evitar futuras subidas.
Fuente: TrendForce