"Si estáis preguntando por una secuela… ahora mismo diría que es un 50/50", dice Druckmann. El creativo también explicó la total confianza de Sony en el criterio de Naughty Dog, concediéndoles total libertad sobre qué proyecto afrontar a partir de ahora: "Realmente depende de nosotros llegar con algo que mantenga al equipo inspirado durante los próximos años, por eso no tomamos la decisión sobre en qué trabajar a la ligera".
Straley también ha revelado que su equipo todavía no cuenta con mucha experiencia con PlayStation 4, pero que está "excitado por tener más memoria, ¡hasta que la volvamos a utilizar toda!". Ambos desarrolladores han aclarado que el equipo de The Last of Us es totalmente independiente al de la saga Uncharted, por lo que la alternativa al siguiente TLOU sería una nueva IP, tal como adelantaba Druckmann hace unos días.
La sesión de P&R con los miembros de Naughty Dog coincide con una reciente entrevista de Inside Games con el presidente de SCE, Shuhei Yoshida. El ejecutivo explica que el talento de Naughty Dog junto a la potencia de PS4 podría significar el final del "valle inquietante" en el terreno de los videojuegos.
Este fenómeno provoca desagrado ante cualquier figura similar a un humano pero que no llegan a ser una representación convincente. Yoshida espera que Naughty Dog juegue un papel clave en conseguir superar esta barrera, citando la excelente factura gráfica de sus anteriores títulos. "Tras el lanzamiento de PS4, llegará la hora en la que los desarrolladores se acostumbren al hardware. En tres años el trabajo de Naughty Dog se podría volver todavía más excitante, ¿Verdad?".