Los directores y comisarios de Protección de Datos de la Unión Europea, presididos por la Agencia Española de Protección de Datos, han dado el visto bueno a la directiva europea de retención de datos. Esta directiva, una vez aprobada, obligará a todos los proveedores europeos a almacenar los datos de las comunicaciones (pero no su contenido) durante 12 meses en el caso de telefonía y 6 meses en el caso de Internet.
Aún así el dictamen considera que debe tratarse de una medida de carácter excepcional y no de aplicación general, proponiendo que tenga una vigencia máxima de tres años y después se evalúe su utilidad, recomendando también que sea necesaria intervención judicial para acceder a la información retenida, existiendo controles de acceso. A pesar de todo hay que tener en cuenta que esta aprobación es meramente consultiva y no determina que las recomendaciones sean tenidas en cuenta finalmente en la directiva.