“Estamos muy contentos de haber llegado a un acuerdo con Philips, ya que esto demuestra que ambas empresas reconocen la importancia de lo derechos de la propiedad intelectual”, dijo Matina Franke, directora legal de Nintendo Europa. “Nintendo tiene una importante cartera de IP y una larga historia de desarrollo de productos innovadores a la vez que ha respetado siempre los derechos de propiedad intelectual de los demás.”
Antes de llegar a este acuerdo Philips afirmaba que Nintendo infringía dos de sus patentes en los sistemas de control utilizados en los periféricos de Wii y Wii U. Los holandeses avisaron a la firma nipona en 2011 y presentaron la denuncia en 2014. En ella reclamaban una compensación de hasta tres veces los daños causados por las faltas y una orden judicial para suspender preventivamente las ventas de los productos infractores.
Con este acuerdo, cuyos términos financieros no han sido revelados, la sangre no llegará al río y Nintendo podrá seguir vendiendo su consola en Estados Unidos y los países europeos donde fue demandada sin preocupación alguna.