En diciembre de 2013, iLife Technologies alegó que Nintendo había violado varias de sus patentes, en particular las que afectan a su tecnología de detección de movimiento diseñada para productos relacionados con la salud, como ayudar a prevenir el síndrome de muerte súbita del lactante, así como detectar las caídas de gente mayor. En su demanda iLife Technologies argumentaba que su tecnología podría ser utilizada en otras aplicaciones, como en su opinión, había hecho Nintendo con la concepción del sensor de movimiento de Wii Remote.
Según informa Glixel, inicialmente iLife Technologies pedía un pago de 4 dólares por cada uno de los 36 millones de sistemas Wii que se habían vendido en los seis años anteriores a la demanda, teniendo que recibir la compañía un total de 144 millones de dólares. Pero el jurado de Texas ha dictaminado que Nintendo deberá pagar poco más de 25 centavos por consola despachada, dando como resultado una retribución de unos 10 millones de dólares por daños y perjuicios.
Nintendo ha admitido el uso de un acelerómetro y un sensor de movimiento, pero afirma que los caminos seguidos por ambas compañías son muy diferentes en cuanto a cómo se utilizó la tecnología. Nintendo luchará contra este veredicto, pues no está de acuerdo con la decisión del jurado al entender que no ha infringido ninguna patente de iLife Technologies.
En el pasado cuando Nintendo ha visto que podría llegar a perder un juicio por infracción de patentes ha preferido llegar a un acuerdo con la otra compañía. Este es el caso de Philips. En 2014 Philips interpuso en varios países demandas a Nintendo por infracción de patentes relacionadas con los sistemas de control de Wii y Wii U, pero poco después de que los holandeses ganaran el primer caso Nintendo anunció un acuerdo fuera de los tribunales para evitar males mayores.