En 2011 Seijiro Tomita, ex-inventor de Sony, demandó a Nintendo por infringir su patente para el uso de una pantalla 3D sin gafas. Hoy y según informa Reuters, un jurado federal ha declarado culpable a la compañía nipona.
Tomita pidió a Nintendo 9,80$ por cada 3DS vendida, lo que habría dado lugar a un pago de 292 millones de dólares y, aunque el inventor japonés ganó la demanda, el juez condenó a Nintendo a pagarle solo 30,2 millones de dólares en concepto de daños y prejuicios.
Los abogados de Nintendo habrían sostenido que 3DS no utiliza elementos clave de la patente de Tomita y que este solo fue uno de los varios proveedores de tecnología 3D con los que Nintendo mantuvo conversaciones en 2003. Todo parece indicar que Nintendo apelará la decisión del jurado.