No obstante, la explosión de los terminales chinos se basa principalmente en la demanda de consumidores locales. En consecuencia, el analista Alan Chen señala que la desaceleración de la economía china, el fin de las subvenciones de teléfonos y la saturación del mercado rebajarán el crecimiento interanual hasta el 17% en 2015.
Pese al frenazo de crecimiento, TrendForce espera que los smartphones chinos dominen el 40% del mercado para el año que viene, colocando entre 530 y 540 millones de unidades en todo el mundo. En 2016 la cuota global podría alcanzar el 50%, haciendo que uno de cada dos teléfonos móviles vendidos sea chino.
La firma de análisis taiwanesa también ha destacado la feroz competencia de las tres principales marcas chinas para convertirse en la número uno. Huawei, Lenovo y Xiaomi esperan vender respectivamente más de 60 millones de smartphones para finales de 2014 y apuntan hacia los 100 millones en 2015.
Según Chen, uno de los factores que determinarán el ranking de marcas chinas en 2015 será el resultado de la compra de Motorola por parte de Lenovo. Otro factor será el éxito de Xiaomi en su expansión hacia mercados internacionales, que de momento ya está logrando amenazar a Samsung y Apple.