Kalypso adquiere la saga Commandos con el objetivo de revivirla lanzando nuevos juegos y remasters

Benzo
El Kalypso Media Group, la compañía alemana responsable de Tropico, Dungeons y Railway Empire, ha anunciado haber llegado a un acuerdo con Pyro Studios para adquirir Commandos, la mítica saga de videojuegos de estrategia en tiempo real y sigilo ambientada en la Segunda Guerra Mundial. El contrato firmado incluye otras propiedades del desarrollador español como Imperial Glory y Praetorians.

Ahora que ha incluido Commandos en su portafolio de propiedades Kalypso Media planea revivir la conocida serie con el desarrollo de nuevos juegos “para todas las plataformas”. Su estrategia también incluye el lanzamiento de adaptaciones de los títulos ya disponibles para los sistemas actuales haciendo uso de tecnología contemporánea. Kalypso todavía no ha elegido desarrollador, así que los detalles sobre el nuevo título o el trato que recibirán las viejas entregas aún se desconocen.

“Hemos estado buscando el socio adecuado para continuar con nuestros productos y marcas durante mucho tiempo”, comenta Ignacio Pérez Dolset, fundador de Pyro Studios. “Kalypso tiene habilidad y experiencia en el reinicio de títulos conocidos, y estamos encantados de que nuestra propiedad intelectual haya terminado en buenas manos”.


Actualmente la saga Commandos está compuesta por cuatro juegos: Commandos: Behind Enemy Lines (1998), Commandos 2: Men of Courage (2001), Commandos 3: Destination Berlin (2003) y Commandos: Strike Force (2006). Todos ellos son títulos ambientados durante la Segunda Guerra Mundial, pero mientras que los tres primeros encontraron el éxito apostando por la acción, sigilo y estrategia en tiempo real, el cuarto y último se presentó como un juego de disparos en primera persona que no convenció.

La serie de videojuegos Commandos logró vender varios millones de unidades en todo el mundo, catapultando a la compañía Pyro Studios y situando a España en el mapa del desarrollo de videojuegos. Pero los cambios introducidos en Commandos: Strike Force que ahuyentaron a los jugadores y una serie de problemas económicos que incluyen la imputación de los hermanos Dolset, que recibieron cerca de un millón de euros para desarrollar un Commandos que nunca existió, mataron tanto a la saga como al estudio.