Parece que a Intel no le ha gustado esta fiesta del overclocking barato y aumento de rendimiento a coste cero, y ya ha confirmado que tiene preparada una actualización del firmware que eliminará este camino no oficial que permite aumentar la potencia de procesamiento de las CPUs no preparadas oficialmente para ello. Una vez esta actualización sea instalada o ya venga de serie con las placas base, los únicos Skylake que podrán hacerlo son los que tengan la letra K como el Core i7-6700K o el Core i5-6600K.
“Intel publica periódicamente actualizaciones para sus procesadores, que nuestros socios incorporan voluntariamente en su BIOS”, dijo un portavoz de Intel a PC World. “La última actualización distribuida a nuestros socios incluye, entre otras cosas, el código que se alinea con la posición de que no recomendamos hacer overclocking en procesadores que no han sido diseñados para hacerlo. Además, Intel tampoco garantiza el funcionamiento del procesador fuera de sus especificaciones”.
La frecuencia de trabajo de los chips de Intel se define por dos factores, la frequencia base y el multiplicador. El primero se fija básicamente a 100MHz, mientras que el segundo cambia dependiendo del procesador. Un Core i5 6500 tiene un multiplicador de 32, proporcionando una velocidad de reloj de 3,2GHz. Los productos Intel K permiten ajustar ambas variables, mientras que el resto solo pueden cambiar la base. Esto ha permitido que un Core i5 6500 suba hasta los 141MHz y alcance velocidades de 4,51GHz, un rendimiento muy similar al del Core i5-6600K, que es más flexible pero unos 50 o 60 euros más caro.
Para los actuales propietarios de una placa base Z170 (el chipset que acompaña a los Skylake) que quieran hacer overclocking a su Intel Core sin K la solución es sencilla, no instalar la actualización de la BIOS. Pero es muy probable que próximamente los fabricantes empiecen a vender sus placas con la BIOS bloqueada, desapareciendo así cualquier opción.