En varios mensajes publicados a través de su cuenta de Twitter el grupo afirma que ha podido obtener la base de datos completa de Cedro, aunque no la publicará al incluir información personal sobre sus miembros. El propósito del hackeo no es otro que denunciar el canon AEDE y la propia actividad de Cedro, que de acuerdo con La Nueve se lucra extrayendo tasas impuestas sobre contenido que no le pertenece. Según ha declarado uno de los hackers al diario El Confidencial:
Los datos incluyen la lista de socios y mucho más. Tampoco vamos a publicar eso", continúan. "La seguridad de Cedro es extremadamente limitada y los datos de todos sus socios, editores, etc están expuestos y cualquiera con unos mínimos conocimientos puede acceder a ellos. Como siempre, la seguridad informática de este país deja mucho que desear y dejando expuestos los datos sensibles de sus clientes. Luego dirán que nosotras somos las delincuentes por entrar por las puertas que dejan abiertas, pero si no lo exponemos ¡a saber durante cuántos años más otras entrarían y saldrían copiando los datos sin que nadie se percatara!
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Nuestro 'hacktivismo' es ese: denunciar que mientras por ley se prohíbe explotar las fallas de seguridad de otras, estas otras ni se ocupan de proteger los datos que almacenan. En tanto que somos anónimas, no tenemos problemas en exponer esto. Si además damos con datos privados sobre financiaciones públicas y demás, como pasó con El Corte Inglés hace ahora algo más de un año, lo publicamos: eso es de dominio público. No ha sido este el caso. Son las socias de Cedro quienes deberían exigirles mayor cautela con el manejo de sus datos personales. No todo es cobrar el canon y recibir subvenciones de los de siempre
Aunque Cedro dista mucho de tener el perfil mediático e incluso político que en su día definió a la SGAE, esta asociación que oficialmente se dedica a "defender y gestionar de forma colectiva los derechos de propiedad intelectual que se derivan de la utilización secundaria (reproducción, distribución, comunicación pública y transformación)" de "autores y editores de libros, revistas, periódicos y partituras, editadas en cualquier medio y soporte" ha adquirido cierta relevancia después de que se supiera que está tratando de cobrar el canon AEDE tras dos años sin aplicación.
Según ha trascendido, Cedro mantuvo recientemente o está manteniendo contactos con agregadores de noticias para cobrar una tasa que rondaría los cinco céntimos de euro por cada usuario activo, lo que podría suponer la imposición de cobros de cientos de miles de euros a páginas que apenas rinden beneficios y que en ocasiones enlazan (que no republican) artículos de entidades que ni siquiera pertenecen a la asociación. Aunque inactivo (no en escasa medida por su indefinición legal), el canon AEDE será recordado por motivar la sonada espantada de Google News en España, el primer país democrático donde este servicio ha tenido que decir adiós.
