Tras más de 12 meses sin novedades en el caso, Gearbox ha presentado esta semana varias solicitudes para evadir su implicación en el proceso. El estudio alega que realizó el juego bajo contrato y que Sega, la editora, estaba a cargo del marketing. De hecho, Sega habría solicitado a Gearbox que no comentara el pleito para manejar la situación personalmente.
"Gearbox nunca debería haber formado parte del litigio. Gearbox es una desarrolladora de software de videojuegos", reza la moción a la que ha tenido acceso Polygon. "No es ni la editora ni la distribuidora del videojuego en cuestión. Durante más de un año, Gearbox ha tolerado las acusaciones en silencio para que Sega […] pudiera asumir la defensa del juicio. Gearbox ha honrado la petición de su editora pese a las acusaciones altamente publicitadas y mal encaminadas de los demandantes contra Gearbox. En este punto, sin embargo, Gearbox se ve obligada a proseguir su partida de este caso".
En una declaración presentada de forma independiente, el vicepresidente de marketing de Gearbox, Steve Gibson, niega de forma explícita el uso de un motor gráfico distinto para crear los vídeos previos al lanzamiento. Gibson escribe que el motor Unreal Engine de Epic "era el único motor que Gearbox usó en el diseño y el desarrollo del juego".
A su vez, el ejecutivo niega la acusación de haber desviado los fondos del juego a otros proyectos, asegurando que en realidad Gearbox invirtió capital propio en Colonial Marines. "Durante el proceso de desarrollo, Gearbox complementó el presupuesto de desarrollo de Sega con su propio dinero para ayudar a esta a terminar el juego. […] Gearbox nunca recibió dinero de los compradores del A:CM de Sega, ni tampoco Gearbox ha recibido ni un solo royalty de esas ventas por parte de Sega".