“El objetivo del equipo era averiguar cómo vender 200 millones de consolas. Nunca hemos visto una que haya despachado tantas unidades. La consola que más ha vendido ha sido PlayStation 2 con 120 millones o algo así [son 150 millones]”, explica Spencer a Stevivor. “El equipo se dio cuenta de que la gente se movía hacia servicios de vídeo OTT [como Netflix] y querían crear una plataforma que fuera el centro de esa transición”.
Las palabras de Phil Spencer también nos ofrecen una nueva perspectiva sobre lo que estaba pasando detrás del escenario cuando Microsoft realizó la recordada presentación de Xbox One. En ese momento la compañía puso mucho empeño en resaltar las cualidades multimedia de la consola, característica que junto al polémico (y posteriormente eliminado) DRM que obligaba a conectarse a Internet cada 24 horas causó estragos en la relación de Xbox con los jugadores.
Para nutrir de contenido audiovisual a Xbox One Microsoft llegó a crear Xbox Entertainment Studios, una división (ya cerrada) que tenía como objetivo consolidar a la consola como el “sistema de entretenimiento todo en uno”. La compañía no descarta la creación de este tipo de contenido, aunque hasta ahora su máximo logro ha sido encontrar las copias enterradas del videojuego E.T. the Extra-Terrestrial para un documental.
Pero Phil Spencer no estaba de acuerdo en tomar este camino y cuando en marzo de 2014 fue nombrado jefe de la división Xbox decidió devolver la consola a los jugadores. Sus primeras palabras fueron muy claras: “Los juegos y los jugadores siempre han estado en el centro de Xbox y son el centro de mi trabajo, y los juegos van a ser nuestro foco de ahora en adelante en Xbox”. Spencer tiene muy claro que para ser relevante en otros campos primero debe conquistar a los jugadores.