En 1999, la ITU aprobó el estándar ADSL (G.DMT) con un máximo de 8Mbps de bajada y 1,3Mbps de subida. Los sucesivos VDSL, ADSL2 y VDSL2 incluyeron técnicas de modulación mejoradas para transmitir más información en estas mismas líneas sin interferir con las llamadas de voz. El estándar VDSL2 permitía hasta ahora la mayor velocidad posible en una línea telefónica con 200Mbps teóricos, aunque por razones físicas y financieras la mayoría de las ISPs se quedan en los 100Mbps.
La nueva tecnología de banda ancha G.fast aspira a permitir 1Gbps utilizando una frecuencia mucho más alta que los estándares anteriores. Pero debido a los mismos obstáculos que la tecnología VDSL2, probablemente "solo" llegue a 500Mbps.
Los últimos metros son los que cuestan
Antes de poder implantar G.fast en los hogares, habrá que resolver posibles problemas de interferencia con radio FM (G.fast funciona a 106MHz y la radio oscila entre 87,5 y 108MHz) además de aumentar el rango útil de transmisión, que hasta ahora solo llega a 250 metros. Por suerte, la ITU asegura estar trabajando en estos aspectos, y de hecho el alcance no es necesariamente una debilidad.
G.fast permitirá implantar un sistema híbrido entre fibra y cobre que ahorrará los enormes costes de instalación para llegar a cada hogar. La línea de fibra solo tendrá que llegar hasta un punto de distribución cercano y desde ahí se encargará la línea de cobre. Los últimos metros hasta los hogares representan hasta el 80% del coste de despliegue de una línea, por lo que el ahorro será notable.
La operadora británica BT ya ha realizado pruebas de un servicio G.fast en asociación con Huaei antes de que se apruebe el estándar. "G.fast permite la velocidad de la fibra con la facilidad de instalación del ADSL2", comenta Les Brown, portavoz del grupo de expertos de G.fast. "La solución es tan atractiva para los consumidores como lo es para los proveedores de servicios, coexistiendo con VDSL2 y complementando al FTTH".
Se desconoce todavía cuándo llegará esta tecnología a todo el público, pero algunos fabricantes de hardware apuntan a 2015 para algunos mercados. Mientras tanto el propio estándar se completará a lo largo del año que viene, lo que dará el pistoletazo de salida a la fabricación de equipos compatibles.