En concreto, la recaudación durante el último trimestre por la venta de iPhones, 25.986 millones de dólares, representa menos de la mitad de los ingresos de la compañía, una situación que no se producía desde 2012. En años anteriores estaríamos hablando de un grave problema para Apple, pero a día de hoy cuando falla el iPhone aparecen otras divisiones que compensan su menor rendimiento. En esta ocasión han dado el do de pecho los servicios y los wearables.
La división de servicios donde encontramos la App Store, Apple Music, Apple Pay y iCloud, dejó en caja una cifra récord de 11.455 millones de dólares, un aumento del 11,6 % respecto al mismo periodo del año anterior. Por su parte, el negocio de los wearables que Apple junta con la familia Home y los accesorios, experimentó una subida interanual de los ingresos del 48 % y alcanzó los 5.525 millones de dólares. También aumentaron su aportación a las arcas de la compañía los Mac (5.850 millones de dólares) y los iPad (5.023 millones de dólares).
De cara al siguiente trimestre Apple espera ingresar entre 61.000 y 64.000 millones de dólares. Los próximos resultados serán interesantes, ya que recogerán los números de los nuevos iPhone y si llegan a tiempo los servicios Apple TV + y Apple Arcade. Por su parte Apple Card, otro nuevo servicio, arrancará durante agosto (como mínimo en Estados Unidos).