La MKRZero obtiene su alimentación desde el conector USB incluido o mediante una batería de polímero de litio (las hay muy pequeñas y asequibles). Integra un microcontrolador SAM D21 ARM Cortex-M0+ de bajo consumo y prestaciones sobradas para aprender a desarrollar aplicaciones de 32 bits, así como un conector SD y dos interfaces SPI.

No es necesario añadir ningún tipo de accesorio; la placa viene totalmente soldada y con todo lo necesario para empezar a trabajar dentro de la caja, dejando en manos del usuario los componentes adicionales y periféricos que pueda querer añadir por su cuenta. Todo un juguete para los usuarios con ganas de experimentar o aprender algo nuevo.
Aunque las placas Arduino carecen de la potencia de procesamiento de una Raspberri Pi, su polivalencia y bajo coste las han convertido en una herramienta ideal para aprender a programar y desarrollar infinidad de pequeños proyectos caseros, como collares de gato para hackear redes wifi e incluso microconsolas portátiles del tamaño de una tarjeta de crédito.
Así como una RasPi puede parecer más interesante debido a su capacidad para llevar a cabo tareas muy complejas, la plataforma Arduino es ideal para proyectos pequeños donde es necesario realizar tareas simples y repetitivas, como controlar la iluminación de una estancia mediante un sensor o regar de las plantas del jardín.
La MKRZero ya puede ser comprada desde el sitio web de Arduino. Su precio es de 20,9 euros antes de contar impuestos y gastos de envío.