Tengo 46, y empecé en este mundo de los videojuegos con la arcade del Galaxian cuando tenía 5 años, una moneda de un duro costaba la partida, a día de hoy con todas las responsabilidades que conlleva tener tu familia propia, se hace difícil mantener la afición, pero cada momento que le dedico lo disfruto al máximo, y ahora aún más con mi hijo de compi en los juegos.