Si por odiar entendemos tener cruzados, a los leñeros y a los fulleros. Los primeros no necesitan una explicación. Los segundos son los típicos que andan revolcándose por el suelo todo el partido, los que dan una galleta y luego encima se quejan, los que no reconocen que han hecho una falta ni locos (mención especial para Helguera) y sobre todo con el clásico "Mira para dónde salió el balón" (sí, sí, y la pierna), los que defienden todo lo anterior... Ese tipo de gente.
Son tantos...