Arvo escribió:¿ Quien paga a los corredores de seguros ?. ¿ Las propias compañías aseguradoras en alguna especie de asociación o holding ?. ¿ Y de ser así en concepto de qué servicio prestado ?. Quiero decir, en principio los corredores sirven al cliente y buscan las mejores ofertas sin cargo para el mismo, pero entonces ¿ no serán unas compañías perjudicadas en detrimento de otras ?.
Independientemente de que una agencia sea exclusiva —trabajando solo para una compañía— o colaborando con varias, el funcionamiento es parecido: tienes una cartera de clientes y cobras en base a la comisión que genera cada póliza (normalmente entre un 15% y un 20% de lo que paga el cliente al año). Al final de mes recibes la suma de todas esas comisiones. El servicio que prestas es el de mediador: toda persona con un seguro tiene asignado uno, salvo en compañías donde el propio cliente debe gestionarlo todo llamando directamente a un teléfono.
Cuando empiezas de cero, la compañía suele darte un salario base y las comisiones funcionan como un extra. Pero una vez superas cierto volumen de clientes, el sueldo depende casi por completo de lo que generes con tu cartera, lo que también te da algo más de libertad.
El problema real hoy en día es que apenas existe un trabajo de mediación bien hecho. Se pueden contar con los dedos de una mano los mediadores que realmente se implican. Yo, aunque al principio no sabía mucho del sector, sí me preocupaba por llevar un control: revisaba cada mes los vencimientos de mis clientes, cuánto les subía la póliza respecto al año anterior, cuántos siniestros habían tenido, si tenían más productos contratados conmigo y, cuando lo veía necesario, hacía defensa de cartera. Esto consistía en ajustar mi comisión para reducir la cuota que le llegaba al cliente al banco, si me parecía que estaba pagando demasiado. Además estaba, por supuesto, el trabajo esencial del mediador: acompañar al cliente en caso de siniestro, mediar con la compañía, pelear por sus intereses y buscar siempre lo que fuera mejor para él.
Hoy, sin embargo, las agencias grandes ya no ofrecen ese trato personalizado. A esto se suma que muchos clientes desconocen siquiera la existencia de la figura del mediador, y muchos mediadores prefieren no explicarlo demasiado porque así nadie les exige de más. Con carteras de 2.000 o 3.000 clientes, perder 10 o 20 al mes no les supone nada. En mi caso, en cambio, perder 10 clientes en un mes era un desastre.