Éste hilo nunca dejará de sorprenderme con sus "neologismos". Esa puta lacra que invade nuestra sociedad.
En España, y más concretamente en Cataluña. NADIE vive oprimido. Ni hay represión, ni dolor social ni esclavitud. A nadie se le recortan sus derechos, puedes salir a la calle sin que te peguen un tiro (A lo sumo un navajazo en La Rambla
![[poraki]](/images/smilies/nuevos/dedos.gif "por aquí!")
) , los supermercados tienen comida y no existe peligro como en una docena de países que se me ocurren cuya gente pasa opresión todos los días.
¿Qué recortes en derechos ni qué pollas hombre? ¿Pero vosotros sabéis lo que es vivir en una sociedad bajo dictadura, oprimida donde la gente esté a punto de levantarse y el gobierno a nada de sacar los tanques? Ésto es una puta pantomima para que políticos de ambos bandos sigan robando y la gente mirándoles el dedo mientras se señalan.
A mi se me cae la cara de verguenza con el uso de ciertas palabras en algunos titulares, sin contar que tengo amigos extranjeros (Americanos) que conocen muy de oídas la situación catalana y se piensan realmente que tenéis el patio de Palestina montado o algo.
Pero claro, luego sale un catedrático de la historia de Catalunya (Ahí es nada, el título nobiliario) a decir ésto:
"Es una realidad objetiva la opresión a Catalunya durante 300 años"
Jaume Sobrequés, catedrático de Historia de Catalunya, sostiene que "ha habido una respuesta adversa en todas las ideologías" desde España. "Ahora vivimos el peor momento con un discurso de derechas, de rechazo a lo catalán, que alimenta la independencia".
Lluís Roura, profesor de la Autónoma de Barcelona, considera que la Guerra de Sucesión fue una lucha entre un estado español y los restos del resto catalán.
A mi se me caería la cara de verguenza. Yo soy el primero que raja de Espiña pero no jodamos, creo que Cataluña es un excelente sitio para vivir a día de hoy.
Y llevamos más de 15 años en bucle, pero nadie vive oprimido en Cataluña, dejad de mentir.
Dejo un artículo de Andrés Herrero que lo explica mucho mejor que yo:
Ser un oprimido catalán no está al alcance de cualquiera. Basta con abrir un poco los ojos cuando se visitan esas pequeñas poblaciones, junto a las ciudades, que han pasado a convertirse en zonas residenciales, para comprobar que cuanto más grande y bonita es la casa, más grande es también el lazo amarillo que adorna el balcón, sin que falte tampoco alguna gran estelada ondeando al viento. Se trata de la vivienda de una familia terriblemente oprimida, tal como indican las señales externas.
Si ve usted un chalet con piscina, una extensión de césped similar al Camp Nou y tres coches de alta gama en el garaje, tenga por seguro que habrá también bonitos lazos amarillos, esteladas y alguna pancarta anunciando al mundo que allí viven catalanes oprimidos, pidiendo auxilio, suplicando que alguien los saque de esa situación insufrible.
Algo parecido ocurre en Gerona donde la proliferación de pancartas en los balcones, y lazos en fachadas y pecheras de los peatones, es especialmente notable en el centro, en los barrios caros. La Rambla misma, un domingo al mediodía, está completamente llena de oprimidos tomando el aperitivo. Los domingos me gusta pasear por su centro para ver a tantos oprimidos con lazo amarillo por la calle, viviendo en pisos que nunca podré comprar y conduciendo coches que nunca podré ni soñar. Los trabajadores tenemos tantas preocupaciones, que la de sentirnos oprimidos, se nos pasa por alto.
La verdad es que a mí también me gustaría ser un oprimido, pero me tengo que conformar con el sueldo de periodista y vivir en un pisito de la periferia. En mi barrio, como es un barrio de trabajadores y de inmigrantes, apenas hay oprimidos, seguramente por falta de tiempo.
Cuando voy a Barcelona, como me desplazo en metro, tampoco veo lazos amarillos, porque en el metro no hay oprimidos, hay trabajadores. Los oprimidos viajan por la superficie en taxi, en su propio coche o en vehículo oficial, como Presidentorra, o como Joana Ortega, que acaba de ser colocada a razón de 110.000 euros por realizar un trabajo «transversal».
Antes había chicas que se ganaban la vida de manera horizontal, algunas incluso acababan poniendo una mercería, pero, Cataluña, pionera en tantas cosas, ha inventado esta nueva modalidad laboral. Joana Ortega, no hace falta decirlo, es también una oprimida, transversal, y de lujo, pero oprimida. Y con ese sueldo al año, la opresión enseguida se empieza a volver angustiosa.
No es extraño que la máxima aspiración de los trabajadores catalanes – no digamos de los inmigrantes -, sea llegar algún día a estar oprimidos. Deberíamos reclamar nosotros también, un poco de opresión, porque no puede ser que se la lleven siempre los mismos.
Nunca se ha conseguido nada en el sofá.
No sé tío, si tuviera que ponerme a contar la gente que sigue modas por redes (Sí, el independentismo es una de tantas.) y se queda en su casa seguramente en eso sí que seamos la mayoría. Yo desde el momento en que la gente quiere antes la independencia que estar bien (Dejando a un lado la poca solidaridad al resto de las CCAA.) no entro al debate porque no existe.
La gente quiere la indepe porque sí. Dando likes en facebook y quejándose en el sofá, si hubiera una mayoría coordinada o que realmente quisiera la mejora de sus derechos como ciudadanos ya la tendrían. Sin embargo, siguen rotando
impresentablas que se cambian de nombre para seguir robando a manos llenas.
¡Si es que los políticos catalanes llevan haciendo lo mismo que el PPSOE en España pero con otra cantinela! ¿No véis que todos nos parecemos?
La misma picaresca española del robo es la que va a hacer que Cataluña sea "española" ad eternum, a ellos les interesa alargar el tema y seguir robando. No quieren la independencia. ¿Alguien lo duda?
![[qmparto]](/images/smilies/net_quemeparto.gif "Que me parto!")
![[360º]](/images/smilies/nuevos/vueltas.gif "como la niña del exorcista")
me llamabas? 
![[sonrisa]](/images/smilies/nuevos/risa_ani1.gif "sonrisa")
