Artículo de El Confidencial
La marca más querida del videojuego español es ya un meme (y la culpa es de una sola persona)
Alfredo Pascual
12 - 16 minutes
Hace justo un año, este periódico advirtió de que el desarrollo del PC Fútbol 8, el videojuego más esperado por los jugadores españoles, estaba atravesando serios problemas, hasta el punto de que trabajadores involucrados ponían en duda la viabilidad del programa. Doce meses después, tras varias fechas de lanzamiento fallidas, una rueda de prensa catastrófica y decenas de amenazas legales por parte de su creador, PC Fútbol 8 tiene peor pronóstico que nunca.
Por resumir la situación: ahora mismo, las esperanzas de la comunidad de PC Fútbol están depositadas sobre una sola persona, Héctor Prats, quien, sin experiencia en la creación de videojuegos, intenta sacar adelante un código que no ha escrito él en una pequeña habitación de la barriada de Ginés, a las afueras de Sevilla.
Su equipo de desarrollo, subcontratado en su mayoría en Argentina, hace meses que abandonó el proyecto. Algunos acabaron su labor y otros se fueron sin que todavía hayan podido cobrar. Su diagnóstico es aún más demoledor que el del verano pasado: "Lo que allí quedó es un código imposible. El juego no compilaba y le faltaba muchísimo trabajo, y una gran inversión económica, para estar acabado. El año pasado te adelanté que no iba a estar ni para junio, ni para agosto, ni para septiembre. Y acerté. Ahora que Prats está solo, pongo en duda que vayamos a ver PC Fútbol, o al menos una versión digna", dicen un ex miembro del equipo de desarrollo.
"Cuando nunca has desarrollado un videojuego, es habitual creer que estás a punto de terminar", explica otra fuente del proyecto, "pero luego ves que el código se rompe, que surgen problemas que te llevan a otros problemas... y si no tienes un equipo bien dirigido, con todo el código documentado, no puedes hacer frente a la situación. Es así de sencillo. ¿Una sola persona? Imposible, tendría que ser un genio de la programación con muchísima experiencia. No es el caso".
"Con PC Fútbol he visto desfallecer a equipos de desarrollo con experiencia. Es una trampa"
Sergio Rincón ha vivido este proceso. Distribuía PC Fútbol en Cataluña en la época de Dinamic y después, ya como director de videojuegos del Grupo Planeta, sacó adelante otras tres versiones, esta vez programadas por Gaelco. "PC Fútbol es un infierno, así de claro lo digo. He visto cómo se le atragantaba el proyecto a Dinamic, que eran un equipo enorme y con varias entregas publicadas, y después lo he sufrido con Gaelco, quizá los desarrolladores más efectivos y con mejor cartel en el extranjero que haya conocido. En ambos grupos había genios técnicos que las pasaron canutas para sacar el juego adelante", explica a este periódico.
Rincón no solo lideró tres ediciones del juego, sino que también fue propietario de la licencia e intentó sacar otra versión con algunos históricos de Dinamic, aunque finalmente no pudo conseguirlo. "En Planeta decidieron no continuar con la saga, porque había que rehacer el código entero y se necesitaba una inyección de dinero muy potente. Es una pena, porque la última edición que hicimos, PC Fútbol 2007, me parece que era muy, muy buena. El caso es que me hice con la licencia como parte de mi liquidación por despido de Planeta y traté de llevar el juego a móviles. Hicimos lo que pudimos, pero PC Fútbol es una trampa".
Las cuatro trampas de PC Fútbol
La trampa, según Rincón, consiste en cuatro características que lo complican todo: "El primer problema son las licencias. PC Fútbol encantaba a la gente porque tenía los nombres reales de clubes y jugadores. ¿Sabes por qué pasaba eso? Porque eran otros tiempos y Dinamic simplemente los ponía, sin pedir permiso a nadie. Nadie miraba, pero ahora no se puede hacer. Pagar las licencias a las ligas es carísimo, está solo a la altura de monstruos como Electronic Arts o Konami", explica Rincón.
"Después tenemos el peso de la marca PC Fútbol en el mundo. En España sabemos que es fortísima, pero no hay mucho más. La conocen en Italia y un poco en Argentina. Y basta. Entonces, tienes que pagar al dueño de la marca por una ventaja que es exclusivamente local. No sé si merece la pena", continúa. "Para colmo, la buena imagen en España es un arma de doble filo, porque implica unas expectativas que, seguro, no vas a poder cumplir. No puedes competir contra los fantasmas del pasado, porque lo que la gente quiere no es un nuevo juego, sino volver a ese momento en el que tenía toda la tarde para jugar a PC Fútbol, y eso es imposible".
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Por último, como ya hemos mencionado, está la cuestión del desarrollo. "PC Fútbol son varios juegos en un solo juego: está la base de datos, el simulador, el sistema de fichajes... y la clave es mantener un balance entre todas las patas del juego; esto es de una dificultad bestial. Que cuando simulas un resultado sea creíble, que se generen unas estadísiticas realistas, que los jugadores se muevan con lógica en el simulador... de verdad, ese juego es una trampa mortal", zanja Rincón.
Héctor Prats era betatester (jugadores que se ofrecen a probar juegos sin terminar) de los PC Fútbol que desarrollaba Rincón. Le recuerda como un "chaval atento, muy majo, siempre dispuesto a ayudarnos", si bien no ve posibilidades de que lo termine trabajando solo: "Es una labor titánica. No sé, quizá en 10 ó 15 años...".
De modo que Prats era consciente de los retos a los que se enfrenta un programador de PC Fútbol. De hecho, él mismo intentó sacar el juego adelante en 2004, cuando solo tenía 22 años, sin éxito. Para justificar las diferencias con el actual proyecto, Prats sostiene en los foros que aquel proyecto nunca llegó a tener siquiera una demo que ofrecer: "Pero ninguno, ninguno, tuvo en sus manos nunca ni una demo, una beta, ni nada. Funcionara mejor o peor, no tuvieron nada. Ni yo tampoco".
Esto no es del todo cierto. Este periódico ha contactado con algunos de los programadores de aquel PC Fútbol, llamado Manager Pro 2004 por cuestión de licencias, y ha obtenido un vídeo del juego funcionando que nunca había salido a la luz.
"El juego es un desastre"
El argentino Pablo Palma fue uno de los primeros programadores que contrató Prats para PC Fútbol 8. Entró en noviembre de 2023 después de una brevísima conversación por Linkedin y escaló hasta director técnico del juego. "Me contactó y me dijo: 'Me gusta tu CV, ¿cuándo empiezas a trabajar para PC Fútbol?' Es una forma rara de comenzar, pero la verdad es que yo en ese momento necesitaba el trabajo y acepté, porque además la idea de hacer un videojuego así me llenaba mucho. Desde el primer momento me puse al frente de todo el equipo, porque la mayoría de los otros eran juniors o estaban en su primer trabajo", afirma Palma.
Palma explica, y coincide con otras fuentes consultadas por este periódico, que los primeros meses de desarrollo fueron como la seda, con Prats primando la excelencia sobre la prisa e incluso pagándoles las vacaciones a algunos miembros del equipo. "A principios de año cambió todo. Prats había ingresado en torno a 70.000 euros con las preventas del juego, que estaba utilizando para financiar el desarrollo, pero la gente se puso nerviosa, porque veían que se acercaba la fecha de lanzamiento y no había ni un pantallazo para mostrar, así que PC Componentes, que gestionaba las reservas, devolvió todo el dinero a los clientes y se marchó del proyecto", continúa el programador.
Ante la falta inminente de capital, Prats empezó a apretar al equipo. Exigía que se estrechasen los plazos, endureció el trato con la plantilla e incluso pidió a algunos de sus trabajadores trabajar durante toda la noche. "Un día, de repente, nos reunió a todos para decirnos que el juego salía en tres semanas. Era totalmente imposible. Solo teníamos los menús, una feature llamada 'la ciudad', que no tenía sentido alguno, y el simulador, que lo había comprado y estaba retocándolo. Faltaba todo el corazón del juego, no había una línea escrita. No había lógica, no había juego", recuerda Palma.
"Prats anunció que el juego estaba al 85%, pero no había nada, ni lo habíamos probado"
"Se lo dijimos clarísimo. Yo mismo le dije que no era posible cumplir los plazos. Me respondió que me faltaba optimismo y salió a los medios a decir que el juego estaba al 85%". Palma fue despedido por Slack entre acusaciones de robo de código, dejándole parte de su trabajo sin pagar.
PC Fútbol no salió en aquella fecha, ni en la siguiente, ni en la otra. Desde entonces, Prats ha anunciado 21 fechas de lanzamiento, generando un total de 30 excusas diferentes, algunas de ellas contradictorias con las anteriores, como recoge la cuenta de Twitter PC Futbol Status. "Me vi con Héctor a principios de este año para arreglar un poco las cosas y me confesó que sabía que yo no había robado código y que mentía para generar expectación en torno a PC Fútbol, pero que ya eran tantas mentiras que le costaba recordarlas y metía la pata", confiesa Pablo Palma.
El programador es tajante en cuanto al futuro de PC Fútbol: "Nunca va a poder sacar el juego, es un absoluto desastre. El proyecto fracasó en su concepción. Tuvo a demasiada gente haciendo cosas que no dominaba bien, cada uno por su lado, para que después llegase otro que no entendía nada de lo que había, sumase otras líneas... han pasado como 30 personas por ese código y ahora está solo Héctor, que no sabe de programación. Como mucho, podrá hacer algo parecido a lo de la rueda de prensa, que se rompía al poco tiempo, nunca un juego completo".
placeholder Prats, durante la infausta rueda de prensa. (Internet Archive)
Prats, durante la infausta rueda de prensa. (Internet Archive)
Palma menciona una rueda de prensa que fue un antes y un después en la credibilidad del proyecto. El 11 de julio del año pasado, Prats citó a la prensa en una videollamada para enseñarles el juego, de inminente lanzamiento. Ninguno de sus desarrolladores, que estaban previstos para el evento, se presentó a la cita. El resultado fue un compendio de todo lo que no se debe hacer ante la prensa: presentó un juego sin terminar, con problemas ortográficos, características que no funcionaban, un simulador propio de hace 20 años y múltiples crasheos a Windows. Prats fue desmoronándose en directo, en una rueda que se extendió durante más de dos horas, sudando mientras se hacía pequeño en una estancia donde podía verse de fondo unas bolsas y una cama sin hacer.
La rueda acabó con Prats pidiendo perdón varias veces a los periodistas e instándoles a una nueva comparencia que nunca llegaría. "Aquella tarde lo pasamos mal todos, fue como ver un accidente de tráfico que no puedes evitar. Nos dimos cuenta de que detrás de PC Fútbol no hay un desarrollo serio, sino una sola persona, trabajando en casa y haciendo lo que puede, sí, pero que no es ni mucho menos suficiente para tener algo digno", recuerda uno de los periodistas presentes. "Hubo compañeros que se enfadaron por la falta de respeto de presentar algo así, yo solo sentí compasión: Héctor confesó que había invertido 130.000 euros... en un juego que no funciona".
Un meme de internet
En apenas dos años, PC Fútbol ha pasado de ser una marca que los españoles recuerdan con cariño, a convertirse en un meme que se utiliza en redes sociales cuando crees que alguien no va a cumplir su palabra. Este periódico ha contactado con Selwood Business Limited, la empresa que gestiona los derechos de la marca PC Fútbol, propiedad de la mexicana Virtumondo, que han informado que la compañía está esperando un "acontecimiento" para dar por terminado el contrato con el desarrollador. La semana que viene darán más detalles.
No es fácil comunicarse con Héctor Prats. Acantonado en la idea de un proyecto en el que ya nadie cree, responde a cualquier pregunta con amenazas legales. Este periódico le envió un cuestionario para este reportaje que decidió no responder y publicar en su foro. Por las respuestas, no solo parece empeñado en lanzar el juego, sino que adelanta que ya tiene un acuerdo para lanzar PC Fútbol 9.
A diferencia de países como Reino Unido o Japón, España no cuenta con un organismo encargado de preservar su patrimonio digital. Cualquier marca puede ser explotada por cualquier empresa o particular, aunque conlleve un daño emocional para una parte de la población, que ve empañado su recuerdo por la aventura personal de un individuo. Aunque Prats haya tenido la mejor de las intenciones, y esto nadie lo ha puesto en duda, este proceso ha servido para destruir las opciones de que una desarrolladora recupere la saga. "Al final, la espina que se me quedó de mi relación con PC Fútbol fue no haberle devuelto la licencia a Dinamic, a sus creadores originales. Después de ellos, muchos hemos intentado estar a la altura de su trabajo y no lo hemos conseguido. Dinamic tuvo un equipo fuera de serie y lamento mucho, como le he dicho varias veces a Pablo Ruiz, que la marca no volviese a sus manos y haberles dado la oportunidad de recuperar la saga", finaliza Sergio Rincón.