Aporto mi opinión a
http://lareplica.es/el-neomachista-10-f ... etectarlo/:
1) Yo no soy feminista ni machista, yo creo en la igualdad: Este es un error muy frecuente producto del desconocimiento. El feminismo es un movimiento que reivindica la igualdad de derechos entre hombres y mujeres. El machismo se conforma por actitudes, conductas y creencias de superioridad del hombre con respecto a la mujer.Parte del feminismo, puede reivindicar la igualdad de derechos entre hombres y mujeres. Otros movimientos, como Scum Girls, pretenden todo lo contrario, y aún siguen en activo en diferentes partes del mundo. Y entre ambos extremos, estoy convencido de que hay grados que se acercan a los polos, no creo que sólo existan "las blancas" y "las negras".
Es un error muy frecuente, producto del desconocimiento y/o de la hipocresía, el no reconocer que cada movimiento social, es interpretado por
cualquiera que crea formar parte de él, como le da la gana. Somos diferentes, no sólo tanto en cuanto el sexo y el género nos ha dado, sino también en nuestra propia individualidad, algo que parece desterrado por la ideología de género.
Tampoco hay UN sólo feminismo, por lo que no puedo estar de acuerdo con EL feminismo.
Reformulando el enunciado: Yo no soy feminista ni machista, posiblemente, en espíritu, que no en militancia, tenga algo de ambos en mis actitudes hacia los demás, como intuyo que tantos otros. Prefiero e intento basar mis valores en el respeto, y no en el género.
2) También hay violencia de género contra los hombres: la violencia de género no se da de la mujer hacia el hombre porque no existe un sistema ideológico y cultural que oprima al hombre, sino a la mujer. La violencia de género se da en la pareja o expareja, del hombre hacia la mujer y tiene sus raíces en el patriarcado, el androcentrismo, el sentimiento de posesión y la idea tradicional de amor romántico. Conforma un fenómeno social que se da en todas las culturas y que provoca sólo en nuestro país 50, 60 ó 70 mujeres asesinadas al año por sus parejas o exparejas. Supone por tanto una situación de emergencia que precisa respuestas educativas, sociales y políticas concretas.La violencia se da en el momento en que una persona, agrede física o psicológicamente a otra. Ya sea por construcción cultural, o por simple apetencia y pulsión. Muchos y muchas hemos sufrido -o ejercido-, violencia de forma bidireccional.
El hecho de nacer mujer, y vivir en un supuesto sistema patriarcal opresor, no anula el hecho de que exista la propia violencia hacia otros -como respuesta ante un conflicto-, propia de la especie humana, no sólo de un determinado género hacia otro. Que el mundo se haya podido conformar por años de historia, bajo la ideología del patriarcado, con su legitimación de la violencia hacia la mujer, no implica que la violencia que pueda ejercer la mujer, venga exclusivamente de éste.
La violencia, en el plano individual, no entiende de género, sino de la propia especie, y por supuesto, de la cultura -entendida como influencia- que cada uno haya vivido. Una mujer, (no "las mujeres") puede ejercer violencia sobre un hombre, por motivos remotamente alejados a la opresión del sistema patriarcal. Esas actitudes, deben considerarse como "violencia de género", no sólo como "violencia", dentro de la pareja o expareja, si se busca una auténtica igualdad.
Estoy convencido de que se ganarían más adeptos, y menos detractores para la "causa igualitaria".
Reformulando el enunciado: El concepto de violencia de género, debería ser inclusivo, no exclusivo
3) Existen muchas denuncias falsas: Según la Fiscalía General del Estado, el porcentaje de denuncias falsas en materia de violencia de género es de un 0,018%. Esta cifra habla por sí misma.Sabemos que muchas mujeres no denuncian por miedo. Detrás de una denuncia, muy posiblemente existan miles de mujeres que callan. Debido al mismo sistema patriarcal opresor, que inculca valores distorsionados en el hombre, y ante una agresión por parte de una mujer hacia él, puede ser que prefiera tomar, o bien, la justicia por su mano, o agachar la cabeza por la presión social del "qué dirán" (en comisaría, en la familia, en las amistades...).
Si tenemos la capacidad para abstraer e identificar al sistema patriarcal opresor, también deberíamos intentar visualizar y visibilizar el silencio, tanto de hombres, como de mujeres.
Reformulando el enunciado: Detrás de cada denuncia falsa, posiblemente existan miles de auténticas de hombres y mujeres (en silencio). Una cifra hay que interpretarla, no tomarla como paradigma.
4) Eres una feminazi radical: No existe tal cosa. La palabra feminazi ha sido inventada por el neomachismo para demonizar y ridiculizar al movimiento feminista. Esta palabra ha sido utilizada incluso por neomachistas de renombre como Arturo Pérez-Reverte para atacar al feminismo.Sí que existe, pero debería de etiquitarse de otra forma. Feminazi puede resultar un término ofensivo para algunas personas. Para catalogar a esas personas que representan el "feminazismo", ya existe otro no ofensivo, más aprovechable para distinguir el grano de la paja, e igual de clarificador:
hembrismo.
El feminismo no lo defines tú, ni yo. Como movimiento social, se define por sí mismo con sus acciones y las interpretaciones de los demás.
Existen feministas que proclaman la inclusión del término hembrismo en el diccionario, entre otras cosas, para diferenciar a los feminismos que buscan la igualdad, de los que buscan la segregación y/o el exterminio:
https://www.change.org/p/real-academia- ... iccionario (cita:
El hembrismo existe, cohabita con nosotros en esta sociedad y por el mal uso que se hace del concepto feminismo cada vez son más las mujeres que o bien se alejan del feminismo teniendo un concepto erróneo y abandonando la lucha o bien se integran de forma desmesurada ante este nuevo concepto, siendo igual de perjudiciales que las personas machistas.). ¿Qué es lo que existe y lo que no existe entonces?, ¿quién lo dicta?, ¿no dependerá de quién lo mire?...
Reformulando el enunciado: Me pareces una hembrista radical.
5) El lenguaje inclusivo es una tontería, acabaremos diciendo sillas y sillos: El uso del lenguaje es importante en cuanto que con él construimos nuestro pensamiento y nuestra representación mental. Aquello que no se nombra, no se ve, y lo que no se ve, no existe. Nuestro lenguaje se ha regulado en base a los valores sociales y culturales dominantes patriarcales y androcéntricos, y es por esto por lo que debe ser cuestionado. Utilizar como argumento el femenino y el masculino en cualquier sustantivo es un intento de ridiculizar el lenguaje no sexista, que no tiene fundamento puesto que no hay que diferenciar el género en aquellos sustantivos que no tienen sexo biológico ni género.Es cierto, toda acción de un tercero que uno cataloga como de "tontería", puede ridiculizar al otro. Por otra parte, yo no veo sentido alguno al lenguaje inclusivo, incluso con el argumento que se presenta. Si los demás lo utilizaran, tampoco tendría problema en adaptarme.
Tanto me da una cosa, como otra.
Reformulando el enunciado: El lenguaje inclusivo, me importa poco o nada.
6) Sois muy pesadas con eso del feminismo: sí, hay días que nos levantamos y nos da por pelear y reivindicar nuestros derechos y nuestro lugar en cualquier ámbito de nuestras vidas. Incluidos en aquellos contextos y situaciones en los que la desigualdad no es fácilmente apreciable.Pues depende del día. Hay veces que me apetece una charla sobre el tema, y otras no. Por suerte o por desgracia, he convivido un tiempo con algunas personas que las 24 horas del día viven por y para la causa.
Y todo tiene un límite. Necesito y reclamo mi espacio personal para mí mismo, sin género de por medio. La idea es extensible a cualquier otra historia que no sea el sexismo, o el feminismo. Cuando alguien siente que el otro se está poniendo pesado, hay que cortar. Un NO es un NO.
Reformulando el enunciado: A veces sí, algunos y algunas podéis cansarme con eso del feminsimo. Quiero ser libre para decidir lo que entra y lo que no en mi cabeza, y sobre todo, cuándo, sin ser prejuzgado.
7) No es acoso, es un piropo: un piropo es algo agradable que se dice a la cara de alguien conocido con respeto y con la intención de animar y/o agradar a la persona a la que se le está diciendo o mostrarle afecto. Silbar y/o gritar por la calle a una mujer desconocida algo relacionado con su aspecto, su cuerpo y su ropa es acoso verbal.Nada que objetar, totalmente de acuerdo.
8) Me da igual que sea un hombre o una mujer, lo que importa es la persona: este argumento es muy repetido en organizaciones políticas o sociales cuando se trata el tema de la paridad en listas o en cargos. Por cuestiones relacionadas con la educación, la socialización, los estereotipos y la falta de referentes es probable que el protagonismo, el liderazgo y el poder de las organizaciones acabe siendo masculino. Herramientas paritarias como las listas cremallera fomentan una participación más igualitaria y representativa.
Sobre el enunciado, descontextualizado, no puedo estar más de acuerdo:
lo que me importa, es la persona, no su género ni su sexo. Si se pone en contexto de las organizaciones, ni idea. Yo no he visto, o no me he fijado bien, en comportamientos a favor del hombre.
Que yo no lo haya visto, no quiere decir que no exista.
9) También debería existir un día del hombre: el 8 de marzo fue declarado el día Internacional de la Mujer Trabajadora por la ONU en 1975. Conmemora las luchas de las mujeres obreras que reivindicaban sus derechos y la igualdad en la sociedad. Actualmente aún vivimos en una sociedad que oprime a la mujer y en la que la desigualdad en el ámbito laboral, económico, político y familiar sigue siendo evidente, por lo que seguimos peleando y reivindicando nuestros derechos cada día y, en especial, el 8 de marzo.Me dejan bastante indiferente los "días de". Si acaso, para ganar en inclusividad (pero por decir algo), los gobiernos podrían sacarse de la manga el "día internacional del hombre igualitario", o algo así.
Reformulando el enunciado: También podría existir un día del hombre igualitario. ¿Por qué no?.
10) Ya hemos conseguido “la igualdad”: creer que las mujeres ya estamos en igualdad de condiciones en todas las esferas de la vida es un error frecuente. La infrarrepresentación política, la brecha salarial, las mujeres asesinadas por sus parejas, el techo de cristal o el sobrecargo de los cuidados nos indican todo lo contrario: vivimos en una sociedad desigual.Y viviremos en una sociedad desigual hasta que no veamos que las idelogías, todas, tienen sus propios sesgos.
Se dice que para que un (o una) machista deje de serlo, primero debe reconocerlo. Y estoy más que de acuerdo. Así pues, para proclamar el feminismo, primero, se debería mirar el ombligo mismo.
Reformulando el enunciado: Tal y como propone la autora, no puedo ver igualdad, ni antes, ni ahora, ni más adelante.
Y con todo esto, sí, sigo pensando que España, como país con sus costumbres, es machista. Queda mucho por avanzar en todos los sentidos. Mejor ir paso a paso, con diálogo y derecho a réplica sensata y respetuosa... ¿no?.