PROTOTIPOS DE SEGA QUE NUNCA EXISTIERON (O SÍ)
Si hay algún tema recurrente en foros y webs de orientación “retroconsolera”, ése es el intercambio de datos o rumores en torno a las tribulaciones de Sega durante la primera mitad de los noventa, cuando la compañía andaba buscando sustituta para la MegaDrive con vistas a la siguiente generación de consolas.
El origen de tanta especulación se encuentra tanto en las escasas y contradictorias informaciones de la prensa especializada, como en la mitología creada en torno a los proyectos “planetarios” de Sega:
Mars, Jupiter, Saturn y Neptune. En realidad, muchos de los datos que circulan sobre ellos son probablemente meras hipótesis. Para no caer en el amarillismo, he tratado de encajar las partes de esta historia a partir de referencias en revistas y de las declaraciones de
Joe Miller (peso pesado de Sega of America en los noventa) en una entrevista concedida a
Sam Pettus, autor de una detallada serie de artículos sobre la historia de Sega. (
http://www.eidolons-inn.net/tiki-index.php?page=SegaBase)
Si bien los textos de Pettus cuentan con detractores por la imprecisión de algunas de sus afirmaciones, el extenso trabajo documental que los acompañan justifica su validez, o al menos su consideración como buen punto de partida.
Ahora nos situaremos al principio de la historia: las primeras referencias a la sucesora de la Mega aparecen en la prensa occidental a finales de 1990; en concreto,
Electronic Gaming Monthly en su número
16 (Noviembre 1990) se hace eco de un proyecto denominado
GIGADRIVE, una consola de 32 bits en formato CD ROM . La revista sugiere que el proyecto tendría relación con la por entonces flamante placa arcade System 32, de la misma forma que MD había sido una versión “capada” de la System 16. La noticia provocó cierta controversia y tres meses después de su publicación, EGM se ratificó en sus informaciones en respuesta a una carta de un lector molesto. Lo cierto es que los rumores en torno a GigaDrive se fueron diluyendo en favor de otros proyectos; en febrero de 1993 aparece la última referencia en HC acerca de la consola (en la sección Teléfono Rojo)
¿Hubo realmente algo detrás de GigaDrive? Es posible que se tratara de un embrión de lo que luego sería
Saturn, pero es muy probable que nos encontremos ante un caso de fake de la época y la prensa occidental interpretara los experimentos de Sega Japón con el CD ROM como un prototipo independiente, cuando en realidad se trataba del
Mega CD: un add-on que efectivamente salió a finales de 1991 y del que se había proporcionado información con cuentagotas.
De cualquier forma, está confirmado que Sega Japón comenzó a trabajar muy pronto en el
Proyecto Saturn, un hardware basado en el
CD ROM que mantuvo en secreto, incluso para su filial americana, hasta bien avanzado su desarrollo. Dejaremos aparcado Saturn de momento y nos centraremos en otros proyectos paralelos.
Estamos a finales de 1993 y el empuje de
Super Nintendo (especialmente en USA) inquieta seriamente a Sega, que ve peligrar su recién conseguido liderazgo comercial en el mercado occidental. Así que urge la búsqueda de un revulsivo.
Joe Miller explica cómo comenzó todo: en el
Winter CES , celebrado en Las Vegas en
enero de 1994, tiene lugar una reunión crucial donde las dos facciones de Sega unificaron criterios. En principio,
Hideki Sato (del equipo japonés) presentó a sus camaradas occidentales el
prototipo de una consola independiente basada en el hardware de la MegaDrive al que se le añadía un procesador
Hitachi SH-1 de 32 bits y se ampliaba el número de colores en pantalla
(128 de un paleta de 512). Dado que los cambios introducidos no eran excesivos (se trataba de una
Super MegaDrive) Joe Miller sugirió reorientar el proyecto hacia el desarrollo de un
add-on para la 16 bits, por una cuestión de costes y porque no resultaba lógico lanzar una nueva consola que no era más que una actualización de la anterior. Sorprendentemente,
los nipones accedieron a los deseos de Miller e incluso permitieron que el proyecto fuese desarrollado por Sega América. Nace el
proyecto Mars, que desembocaría finalmente en
32X, la seta fallida.
Para el desarrollo de Mars se estudiaron inicialmente dos posibilidades más modestas que la arquitectura final de la 32X:
-
Respetar parte de la propuesta de Hideki Sato añadiendo un procesador SH-1 de 32 bits junto con un nuevo VDP.
-
Añadir una nueva CPU MC68000 y un VDP extra. Un sístema análogo a la última hornada de placas arcade System de Sega, que corrían sobre dos procesadores 68000 en paralelo.
Finalmente, la adopción para Mars de
dos CPU´s Hitachi SH-2 con un VDP más potente fue una sugerencia de Sega Japón, que iba a emplear la
misma fórmula para su Saturn, de la que poco a poco iba proporcionando información. ¿La razón? Que Mars/32X y Saturn compartieran arquitectura allanaría el camino de ésta de cara a los programadores, quienes habrían experimentado previamente con 32X y familiarizado, por tanto, con un hardware similar.
Las cosas se complican cuando entra otro planeta en liza:
JUPITER, proyecto del que se habla desde la misma época de concepción de Mars. Se trataría, de acuerdo con la creencia popular, de una
consola de 32 bits de cartucho en la que Sega Japón trabajaba de forma
paralela al proyecto
Saturn. A esto se añadiría una
supuesta compatibilidad con Mars, por tanto con MD. Realidad o mito, lo cierto es que es muy probable que el concepto de Jupiter fuera aquella “Super MegaDrive” que los japoneses tenían en mente en un principio; es decir, que
Jupiter no sería más que la
concepción inicial de Mars.
Sin embargo, el eco de Jupiter resuena con fuerza en vísperas del lanzamiento de Sega Saturn. La
revista británica EDGE (números 5 y 6,
principios de 1994) publica bastante información acerca de la inminente irrupción de Saturn en Japón, programada para el mes de noviembre del mismo año. Pero increíblemente anuncia también el
lanzamiento, simultáneo al de
Saturn, de
una versión sólo cartucho de ésta (JUPITER) con la
mitad de RAM y bastante más
barata (50000 yenes Saturn y 30000 Jupiter). Además, los compradores de Jupiter (=Saturn low-cost) tendrían acceso a un adaptador que les permitiría completar su consola: esto es, lector de CD y RAM extra.
De nuevo este tipo de informaciones (o desinformaciones, según se mire) alientan la rumorología en torno a Jupiter. Quizás fuera un proyecto real y la
ranura de Sega Saturn tuvo inicialmente más funciones que la de aceptar cartuchos de RAM (¿usar juegos de Jupiter?) o bien se trata de otra
pifia informativa en la que se
confundió a la 32X con una consola independiente, puesto que ésta salió casi al mismo tiempo que Saturn. Otra posibilidad, también verosímil, es que esa Jupiter anunciada por Edge se refiriera realmente a la placa
arcade ST-V, que es virtualmente una Saturn de cartucho pero con más RAM que ésta; lo que contradice en parte la información de la revista.
Por supuesto que Sega se mantuvo al margen de estas filtraciones y nunca se pronunció oficialmente sobre el tema. Sólo hay una mención expresa a Jupiter por parte de alguien vinculado a Sega en una
entrevista que
Hideki Okamura (el Jefe de Producto de Saturn) concedió a
EGM, con motivo de la presentación de Saturn en el
Tokyo Toy show (
Junio de 1994)
EGM: ¿Se podrán usar cartuchos de 32X en Saturn?
OKAMURA: No, no hay compatibilidad entre ambas.
EGM: ¿Significa que no se podrá usar software de MD en Saturn?
OKAMURA: No, no será posible.
EGM: ¿Eso significa que Jupiter está muerta?
OKAMURA: ¿Se refiere usted a la Saturn "sólo cartucho"?. No, habrá nada de eso.
EGM: ¿ni en un futuro?
OKAMURA: No.
Indirectamente el entrevistador nos vuelve a confirmar la idea de
Jupiter: esa
enigmática consola de cartuchos, relacionada con Saturn (o convertible en ella) y
retrocompatible con MD/32X.
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