Austin Evans, un youtuber que solo busca el clickbait y se caracteriza por ser el típico bocazas que no tiene ningún tipo de rigurosidad sube un vídeo grabando con un móvil la temperatura del aire expulsado de la PS5. Se ve que el aire sale más caliente (3ºC creo) y ya se da por hecho que la "nueva" PS5 es peor.
Después, se observa que el heatsink ha reducido su tamaño y la cantidad de cobre. Los ingenieros de los foros dan por hecho que esto ya va a hacer que la consola sea peor, sin tener en cuenta que hay más cambios en la forma de ciertos puntos de la PCB y que el flujo del aire puede cambiar (como se comenta en el video que he puesto, saliendo el aire de forma más directa). En un post de resetera se comenta que ha habido optimizaciones en el tamaño y la disposición de los tubos de cobre, y que no significa que sea peor, pero esto parece que da igual.
Por supuesto, después de estos hallazgos en los foros se han leído muchas burradas, que se va a quemar, que va a durar menos y cosas del estilo. También se leyó en otras ocasiones que en verano se iba a derretir la consola, o tras el video de Gamers Nexus que las memorías iban a fallar por las "altas" temperaturas. Pues no ha pasado nada de eso.
Es gracioso que se haga caso de las fuentes según los intereses de cada uno. Ya tenemos un vídeo que analiza de forma bastante más profesional que Evans el consumo, ruido de ventilador y temperaturas del chasis B, donde se puede concluir que el nuevo modelo NO es peor (ni tampoco mejor ojo), pero parece que tienen más valor los hallazgos de Austin Evans.
Al final todas estas cosas solo sirven para la console war, ya que el aparato va a seguir funcionando dentro de especificaciones y el usuario final ni se va a enterar (ni cualquier de nosotros nos enteraríamos ya que no estamos midiendo la temperatura de la RAM o de la CPU mientras jugamos). Que más dará 1, 2 o 5 grados arriba o abajo mientras funcione correctamente, yo quiero la consola para jugar.