En 2019 2K fundó Cloud Chamber para trabajar en la nueva entrega de la saga BioShock, y desde entonces no ha trascendido ningún detalle sobre el proyecto. Esto ha cambiado hoy, pero no por deseo del editor. Tras enterarse de que el juego estaba pasando por un desarrollo complicado y que sus líderes habían sido sustituidos, Jason Schreier de Bloomberg se puso en contacto con 2K y la compañía corroboró que así había sido. A pesar de todo, el editor dice que sigue totalmente comprometido con el proyecto. En su artículo Schreier también afirma que a principios de año 2K decidió guardar en un cajón el remake del primer BioShock.
Según la información publicada por Bloomberg, recientemente el nuevo BioShock fue sometido al escrutinio de los ejecutivos de 2K y no superó la prueba. Uno de los aspectos que se identificó como un área que necesitaba especial atención y mejoras fue la narrativa, que según las fuentes de Schreier será sometida a un proceso de renovación. En la saga BioShock la narración es uno de los elementos más destacados y nadie le perdonaría que fuese su punto débil. En una franquicia como esta no solo hablamos de una historia atractiva y unos personajes convincentes, sino que también se trata de la narrativa ambiental.
Ante esta situación, 2K sustituyó a Kelley Gilmore, máximo responsable de Cloud Chamber, mientras que el director creativo Hogarth de la Plante fue trasladado al área editorial. Además, en una reciente reunión se comunicó a la plantilla que tenía que ser más ágil y eficiente, lo que generó preocupación por si detrás de estas palabras se escondía la palabra despidos.
Con esta información Bloomberg se puso en contacto con 2K y la compañía respondió que estaba trabajando en dar a BioShock el mejor futuro posible. "En estos momentos tenemos un buen juego, pero nos comprometemos a entregar uno de excelente", dice el portavoz. El representante también confirma los cambios en el liderazgo de Cloud Chamber y añade que la compañía está "totalmente comprometida" a entregar un juego de BioShock "que supere las altas expectativas" de los jugadores. 2K es un editor que no suele tener prisa por poner a la venta sus juegos, pero este BioShock ya lleva como mínimo seis años de desarrollo.
Para amenizar la espera del nuevo BioShock se puso en marcha el desarrollo de un remake de la primera entrega, pero según Bloomberg se le dio carpetazo a principios de año. El lanzamiento de BioShock Infinite, el último capítulo de la saga, se remonta al 2013. Ese también fue el último juego de Ken Lavine, creador de BioShock, que se está tomando todo el tiempo del mundo para completar el desarrollo del shooter narrativo Judas. Se espera que Judas siga la línea trazada con BioShock, pero que ofrezca una narrativa mucho más elaborada y una historia reactiva.
