"Al igual que Fallout Shelter, The Elder Scrolls: Castles es juego accesible de inmediato, fácil de jugar e intuitivo prácticamente desde el principio, pero también cuenta con una gran profundidad", dice Craig Lafferty, director de juegos móviles de Bethesda Game Studios. En este título los jugadores serán la mano derecha del rey (o reina) y gestionarán un reino, lo que implica construir un castillo, gobernar súbditos y tomar varias decisiones, algunas de las cuales serán muy importantes para el futuro del reino. Todo ello mientras se desarrolla una dinastía.
En Castles, cada día del mundo real será un año en el juego. Los reyes pasarán, pero no su mano derecha. Los jugadores podrán elegir entre diferentes dirigentes y después ponerse manos a la obra para construir el castillo desde cero. El sistema de construcción hereda varios elementos de Fallout Shelter, a los que añade flexibilidad y nuevas opciones de personalización. El castillo también se puede editar en cualquier momento y cambiar su disposición. Asimismo, es posible añadir decoraciones y elementos, que además de reflejar una personalidad tendrán un efecto en el juego e influirán en el éxito de la dinastía.
La gobernanza en el castillo se basa en firmar decretos y tomar decisiones que tendrán un impacto en los súbditos de diferentes maneras. También hay que administrar a los siervos y colocarlos en tareas que les correspondan para una máxima efectividad, teniendo en cuenta que cada uno tiene su propia personalidad así como puntos fuertes y débiles. Mantener a la plebe feliz es la mejor forma para que la dinastía prospere durante generaciones. En caso de que el descontento se extienda por el castillo, las cosas se pueden poner realmente feas y el rey sufrir el mismo destino que Luis XVI. Si esto pasa el jugador decidirá el heredero.
Los interesados en The Elder Scrolls: Castles pueden preregistrarse en la Apple Store y Google Play. En función del número de preregistros se entregarán recompensas el día del lanzamiento.