“Stewart [Butterfield, cofundador y consejero delegado de Slack] y su equipo han construido una de las plataformas más queridas en la historia del software empresarial, con un ecosistema increíble”, dice Marc Benioff, director ejecutivo de Salesforce, en un comunicado. “Juntos, Salesforce y Slack darán forma al futuro del software empresarial y transformarán la forma en que se trabaja en un mundo totalmente digital, donde se trabaja desde cualquier lugar”.
Por su parte, Butterfield ha resaltado la “revolución en la nube” que Salesforce inició hace dos décadas y las “posibilidades que ofrece para transformar la forma en que trabajamos”. El consejero delegado de Slack, que también es cofundador de Flickr, afirma que la compra por parte de Salesforce es una “de las combinaciones estratégicas más importantes de la historia del software”.
Tanto Salesforce como Slack son compañías poco conocidas fuera del mundo empresarial, pero dentro de su sector son gigantes del software cuyos servicios son muy preciados (cuando no imprescindibles). En el caso de Slack estamos ante una antigua startup nacida en 2009 en Vancouver (Canadá) y cuya plataforma de mensajes basada en canales y herramientas de comunicación tienen como objetivo que las personas puedan estar conectadas y trabajar de forma más eficaz.
En poco tiempo Slack se ha transformado en un competidor de Microsoft Teams, logrado sumar más de 12 millones usuarios activos al día y crecer hasta tener un valor de mercado de 25.000 millones de dólares. A pesar de este fulgurante ascenso y el aumento del trabajo remoto durante la pandemia, Slack ha acusado la presión de Microsoft y llevaba varios trimestres sin conseguir registrar beneficios. Además, a inicios de 2020 la compañía había perdido alrededor del 40% de su valor desde que salió a bolsa y su camino hacia la rentabilidad no estaba nada claro.
Ahora Slack formará parte de Salesforce, una compañía con un valor de mercado de casi 220.000 millones de dólares que gracias a esta adquisición estará en mejor posición para competir contra Microsoft en la nube.