El nuevo modelo de Oculus Rift es bastante parecido al prototipo Crystal Cove, pero sus novedades y acabados están mucho más cerca de lo que sería un dispositivo dirigido al público. Oculus Rift DK 2 incluye una pantalla OLED de baja persistencia (para eliminar el blur y el judder, dos de los principales causantes de los mareos) en alta definición de 960 x 1080 por ojo que reduce el efecto cortinilla y mejora la claridad, el color y el contraste. Esta nueva pantalla es uno de los resultados de la ayuda que ha prestado Valve al equipo de Oculus.
La cámara que incluye el Oculus Rift DK2 asiste a la unidad de posicionamiento permitiendo al usuario moverse con 6 grados de libertad, proporcionando nuevas posibilidades como asomarse por las esquinas, inclinarse para ver los objetos más de cerca y recostarse. El nuevo modelo elimina la caja intermedia que lo conectaba al ordenador, añade un puerto USB 2.0, un sistema de orientación mejorado y un medidor de latencia integrado. El SDK también ha sido revisado mejorando la integración con Unity y Unreal Engine 4.
Según afirma Nate Mitchell, vicepresidente de Oculus, esta versión del kit de desarrollo proporciona a los desarrolladores todas las características necesarias para crear las versiones finales de sus títulos, pero aún pueden haber algunas novedades que se añadan a la versión final del hardware. Palmer Luckey, fundador de Oculus, ha hablado sobre el software, pero a pesar de reconocer el desarrollo de títulos y mostrarse emocionado por lo que se está creando afirma que es demasiado pronto para hablar de ello, “no quiere hacer un Molyneux” comenta en declaraciones a Polygon.