La misión, explicada por Dominic Bulter, jefe de diseño de Ghost Recon Wildlands, es la misma en ambos casos. El equipo Ghost tiene como objetivo entrar en el campamento y extraer al Pozolero, un buchón (un campesino que está involucrado en el tráfico de drogas) del cártel Santa Blanca. A pesar de que las demostraciones del juego son en modo cooperativo para 4 jugadores, el título se puede completar jugando solo con la ayuda de la IA.
Los jugadores podrán elegir si entrar con sigilo o en modo asalto. Además de su estilo de juego, su decisión se puede ver influenciada por el terreno, la hora del día y el clima. En esta ocasión estamos ante una noche lluviosa que invita a una entrada sigilosa. Para lograrlo Bulter nos enseña cómo funciona el sistema de sincronización de disparo para asignar objetivos y coordinar una acción en equipo.
Una vez dentro del campamento existen varias opciones (liberar rebeldes, cortar el subministro de luz...), que se ven ampliadas por los dos compañeros que se han quedado fuera. Uno de ellos puede eliminar a enemigos a distancia y otro usar un dron que permite reconocer el área y detectar enemigos con la visión térmica. En caso de mejorarlo también podría desactivar dispositivos electrónicos, integrar un generador de ruido o explosivos potentes. A pesar de tratarse de una misión de sigilo el final es bastante explosivo.
Ghost Recon Wildlands estará disponible el 7 de marzo de 2017 para PlayStation 4, Xbox One y PC. Aquellos que no quieran perderse ningún contenido deberán adquirir la Edición Gold que incluye el juego junto al pase de temporada por 99,99 euros. También estará disponible una edición para coleccionistas por 139,99 euros.