La sanción original impuesta por otro jurado en 2012 era de 1.050 millones. Sin embargo, la jueza Judy Koh, que sustituyó este año al juez original, ordenó una revisión del veredicto debido a que no estaba clara la cuantificación de los daños.
Dicha revisión se efectuó en dos bloques, una parte de 600 millones de dólares de la multa permanecería intacta, mientras que se reajustarían los 450 millones restantes. Apple pedía 380 millones de dólares adicionales mientras que Samsung presionó para que esta parte de la multa no superase los 52 millones.
Tras el reajuste del segundo bloque la cifra se ha quedado en 290 millones de dólares, que junto al primer bloque de la multa suman la indemnización total de 890 millones de dólares (unos 658 millones de euros) a pagar por Samsung.
A la salida del tribunal, varios miembros del jurado popular coincidieron en la impresión de que Samsung no había conseguido presentar el caso al mismo nivel que Apple: "Me hubiese gustado que Samsung presentara más pruebas para probar su caso", asegura Colleen Allen, una enfermera de California. "Nos quedamos con la duda sobre por qué no habíamos recibido más información de Samsung. No teníamos mucho con lo que contradecir el argumento de Apple", compartió Barry Goldman-Hall, otro miembro del jurado.
Apple ha declarado su satisfacción con el fallo a AllThingsD con el siguiente comunicado: "Para Apple, este caso siempre ha sido más sobre las patentes que sobre el dinero. Ha sido sobre la innovación y el duro trabajo que invertimos para inventar los productos que gustan a la gente. Aunque es imposible ponerle un precio a esos valores, agradecemos que el jurado haya mostrado a Samsung que copiar tiene un precio".