En comparación, Oculus Rift se pondrá a la venta en las próximas semanas por 699 euros, mientras que HTC Vive llegará en abril por 799 euros. La principal diferencia para PlayStation VR es que no requiere de un PC, se sirve de cualquiera de las más de 36 millones de PlayStation 4 (actualmente se encuentra por 350 euros) que hay vendidas en todo el mundo.
Por otro lado, además de una PS4 será obligatorio tener una PlayStation Camera, que se vende por separado por unos 50 euros. Tampoco incluye el periférico Move, accesorio necesario para algunos juegos.
También hay que recalcar que la apuesta de Sony ofrece una experiencia de realidad virtual de menos calidad que la competencia. El objetivo de la compañía es llegar al mercado de masas con la ayuda de la base instalada de PlayStation 4.
Sony también ha confirmado que la versión para consumidores de PlayStation VR mantendrá las especificaciones conocidas hasta ahora. Esto significa que estamos ante un dispositivo de realidad virtual con una pantalla OLED de 5,7 pulgadas con una resolución de 1920 x RGB x 1080 (960 x RGB x 1080 por ojo), una tasa de refresco de hasta 120hz, nueve LEDs para un seguimiento de 360 grados, un campo de visión de unos 100 grados, una latencia por debajo de los 18ms y DualShock 4 y PS Move como mandos.
Durante la presentación Andrew House, presidente de Sony Computer Entertainment, confirmó que actualmente hay más de 230 desarrolladores (incluyendo grandes y pequeños) creando contenidos para PlayStation VR. Está previsto que en octubre de 2016 haya 50 obras disponibles para el dispositivo. Uno de los títulos será The Playroom VR que se ofrecerá de forma gratuita.